Revista n.º 1088 / ISSN 1885-6039

La exposición Colección precolombina abierta al público.

Domingo, 8 de junio de 2014
Redacción BienMeSabe.
Publicado en el n.º 525

La exposición Colección precolombina. Donación Manuel Solá permanecerá abierta al público gratuitamente todo el verano en la Casa de Colón

Imagen Precolombina

La muestra ‘Colección precolombina. Donación Manuel Solá', con piezas cedidas por el citado coleccionista a la Casa de Colón, gestionada por el Cabildo de Gran Canaria a través de la Consejería de Presidencia, Cultura y Nuevas Tecnologías,  permanecerá abierta al público en el centro americanista con carácter gratuito durante todo el verano, y no sólo hasta el 22 de junio como se había previsto inicialmente. Posteriormente, pasará a formar parte de la colección permanente del museo, con lo que, al menos con carácter general, la visita dejará de ser gratuita,

 

La medida obedece tanto al éxito que está teniendo la exposición, como al hecho de que algunos de los talleres infantiles que, como cada año, tendrán lugar durante el período vacacional, girarán en torno a ella.

 

La exposición incluye un total de 32 obras, de las que 22 poseen una posible adscripción cultural, mientras que el resto permanece en proceso de investigación. El grueso de las piezas procede de Ecuador, y solo una de Perú.

 

Destaca una espectacular máscara antropomorfa con tocado, pendientes y nariguera, asociada a la Cultura Milagro-Quevedo (400 al 1500 d.C.), que constituye una de las grandes sorpresas de la donación.

 

La pieza, una chapa batida, en principio de cobre, estaba totalmente alterada por la corrosión del metal, por lo que se decidió enviarla al Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada de Gáldar para su restauración. Durante el proceso, y tras una cata de limpieza en la parte posterior, se descubrió que realmente estaba bañada en oro.

 

Un conjunto de orfebrería que representa a dos personajes relevantes, con tocados, pendientes y narigueras, en una barca completamente decorada con dibujos y formas geométricas, realizado mediante la técnica del repujado y asociada de nuevo a la Cultura Milagro-Quevedo de Ecuador, sería una pieza tardía, posiblemente de época colonial.

 

De igual forma, hay que resaltar otro grupo de 11 figuras de la Cultura Valdivia, una de las culturas cerámicas más antiguas de América, que se desarrolló en Ecuador en el denominado Periodo Formativo, del 3500 al 1500 a.C.

 

Diez de ellas son pequeñas figuritas femeninas de barro conocidas como las "Venus de Valdivia", quizás, los objetos más característicos y reconocibles de esta cultura. Se fabricaban uniendo dos rollos de arcilla de diferente pigmentación y su interpretación es múltiple. Por una parte, se cree que se utilizaron en rituales de curación por parte de chamanes, pero también se especula sobre su uso ceremonial en los rituales de iniciación a la pubertad femenina.

 

La cerámica realizada por la Cultura Chorrera (1200 al 500 a.C.) destaca por la calidad de sus arcillas y por la perfección en el tratamiento de sus formas y superficies mediante engobes rojos, blancos, marrones y negros. Esta cultura tiene sus raíces en la Valdivia, heredando muchas de sus formas. En la donación de Manuel Solá, se incluye una de estas piezas, una figura femenina con las extremidades cortas y abultadas, y tocado en forma de casco, ojos estilo "granos de café", orejeras en forma de aro y una fantástica decoración a base de puntos y líneas cubriendo la parte inferior del cuerpo, desde la cintura hasta los pies.

 

De la Cultura Bahía, una de las más brillantes del Periodo Regional (500 a.C. al 500 d.C.) en las que se divide la civilización precolombina de Ecuador, se muestra una extraordinaria pieza que se denomina "Gigante de la Cultura Bahía", que representa a un chamán sentado, con las manos posadas sobre las rodillas, un llamativo colgante en forma de lengüeta o colmillo y unas grandes muñequeras formadas por cuencos de concha.

 

Estos chamanes o sacerdotes cumplían un papel esencial en el mantenimiento y ordenación simbólica de la sociedad, de ahí su trascendental importancia en las representaciones escultóricas.

 

La única pieza proveniente de Perú es una espléndida figura antropomorfa con los brazos extendidos, un ídolo de la Cultura Chancay (1100 al 1450 d.C.), un personaje masculino de grandes dimensiones conocido como "Cuchimilco" (de hecho, es la mayor pieza de todo el conjunto). Los Cuchimilcos se realizaban mediante un molde, y por regla general iban en pareja, (hombre-mujer). Son ofrendas funerarias depositadas en las tumbas de la nobleza para la protección del difunto y representan a las fuerzas de la naturaleza, la dualidad masculina y femenina, símbolos de fertilidad característicos de una sociedad agrícola.

 

HISTORIA DE UNA DONACIÓN. En su faceta profesional, Manuel Solá Moreno (Barcelona, 1950) es un experto restaurador y conservador de esculturas pétreas y elementos arquitectónicos, que ha estado íntimamente ligado a Gran Canaria por sus trabajos de restauración. Con varias exposiciones realizadas desde finales de los años ochenta del siglo XX, también es un artista plástico -pintor y escultor- de reconocido prestigio, poseedor de un lenguaje tremendamente particular y reconocible que imprime a todas sus creaciones. Por último, Solá es un apasionado coleccionista de arte.

 

A finales del año 2012, manifiesta su intención de donar a la Casa de Colón esta serie de piezas adquirida a lo largo de los años, pacientemente, con el interés y la visión de un experto coleccionista.

 

Aquella intención se hizo efectiva en octubre de 2013, cuando realizó la donación, libre y sin condiciones, de 32 piezas de diversa filiación cultural y cronológica, que formaban parte de su colección precolombina.

 

Para el estudio y posterior catalogación de las piezas, se ha contado con la ayuda de la doctora en Historia de América y profesora titular de la Universidad de Burgos Emelina Martín Acosta, y de la licenciada en Historia, con especialidad en Historia de América por la Universidad Complutense de Madrid, Mª Aránzazu Robles Santana, así como con el asesoramiento de Andrés Gutiérrez Usillos, del Museo de América en Madrid.

 

La donación de las 32 piezas de la Colección Precolombina de Manuel Solá, supone una gran aportación cualitativa a los fondos de la Casa de Colón, ya que responde a las necesidades museográficas de la institución al completar su discurso histórico precolombino.

 

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