Revista nº 1040
ISSN 1885-6039

Gregor: un ojo abierto al Sol junto al Teide.

Viernes, 14 de Marzo de 2014
Revista Océanos
Publicado en el número 513

El telescopio Gregor ayuda desde 2012 a entender las erupciones solares y a mitigar sus efectos en la red eléctrica. Se trata del telescopio solar más grande de Europa y tercero del mundo.

 

 

Canarias acoge desde 2012 el telescopio solar más grande de Europa y tercero del mundo, el Gregor, que permitirá obtener mejores imágenes del Sol que las de los telescopios espaciales. Esta infraestructura, que se inauguró el pasado 15 de mayo [de 2012], es muy importante para entender cómo funciona nuestra estrella y mitigar los efectos de su actividad, que puede dañar los satélites y las redes eléctricas terrestres. 

 

Gregor es un telescopio alemán instalado en el Observatorio del Teide del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), en Tenerife. Con una apertura de 1,5 metros, es el telescopio solar más grande de Europa y el tercero del mundo; pero no es solo cuestión de tamaño. Su avanzada tecnología permitirá a la comunidad científica internacional estudiar el sol con un nivel de detalle sin precedentes hasta la fecha. No solo se podrán comprender mejor los procesos físicos que acontecen en la mayoría de estrellas del universo, sino también resolver cuestiones que afectan directamente a todos los ciudadanos.

 

El diseño, al contrario que en los otros solares, es abierto para que el aire refrigere.

El espejo primario mide 1,5 metros de diámetro

 

La radiación solar y los campos magnéticos determinan las propiedades del entorno cercano a la Tierra. Las variaciones en las propiedades solares pueden tener un enorme impacto en el clima, la biosfera e incluso en la tecnología. De hecho, la actividad solar afecta e, incluso, daña los satélites y las redes de electricidad de diferentes regiones de la Tierra, por lo que profundizar en su conocimiento puede ayudar a mitigar estos problemas de alto impacto económico.

 

El poder realizar predicciones fiables de dichas variaciones puede reducir el efecto o prevenir algunas de sus consecuencias, pero esto requiere un conocimiento exhaustivo que solo puede obtenerse mediante observaciones continuas y precisas. Y aquí Gregor será fundamental. 

 

Además, este telescopio no descansará durante la noche, momento en el que se usará para observar otras estrellas de nuestra galaxia.

 

El nuevo telescopio del Observatorio del Teide supone un gran impulso para la Física Solar europea

 

 

Este artículo fue publicado previamente en el número 32 de la Revista Océanos de Fred Olsen. Las fotos son cortesía del IAC.

 

 

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