Se acerca un año más el 9 de junio, fecha elegida por la UNESCO para celebrar el Día Internacional de los Archivos.
Hablemos de Archivos, pero ¿los ciudadanos conocen realmente su valor?; ¿saben lo que estos centros pueden aportar a una sociedad hambrienta de transparencia y fiabilidad en sus gestiones?
Pensamos que no, y por ello el grupo de profesionales que forman la Asociación de Archiveros de Canarias (Asarca) reiteramos una vez más, y no será la última, la importancia de un servicio esencial en cualquier organización pública o privada.
El valor que supone contar con un Archivo perfectamente organizado y dotado con los recursos humanos y materiales suficientes, todavía no es percibido como un beneficio real desde algunos centros de decisión directivos o políticos. Desde su nacimiento, Asarca se ha esforzado en demostrar que la Archivística es una disciplina en plena transformación; que además de su concepción tradicional, vinculada a la preservación, tratamiento y difusión del patrimonio documental de carácter histórico, los Archivos actuales, impulsados por las tecnologías de la información, deben convertirse en un servicio cuya principal función es la sistematización de la gestión documental de un organismo, desde la creación del documento hasta su etapa final o histórica.
Si nos centramos en la Administración, el servicio público es la esencia y la razón de ser del Archivo, un servicio al que todo ciudadano tiene que acceder sin filtros burocráticos artificiales. Se debe facilitar el acceso directo del ciudadano a las fuentes informativas originales, y la única forma de llevarlo a cabo es realzando el papel de los archivos en los circuitos de información de la Institución, sobre todo en estos tiempos en los que estas organizaciones están en tela de juicio por casos de corrupción y deficiente gestión de los fondos públicos.
La situación de los Archivos administrativos canarios nos muestra dos situaciones muy distintas. Por un lado la buena salud y el crecimiento experimentado por los centros archivísticos dependientes del Gobierno de Canarias, bien dotados de medios materiales y humanos, resultado de un trabajo arduo y constante que ha dado sus frutos en el Sistema de Archivos de la Administración Pública de la Comunidad Autónoma de Canarias.
Por otro lado la cara amarga que representan la gran mayoría de los Archivos de la administración local canaria, Cabildos Insulares y especialmente en los municipios, donde la falta de compromiso, la falta de medios, y el mirar para otro lado están poniendo en peligro un volumen importante de patrimonio documental y, lo que es más preocupante, impidiendo al ciudadano un acceso digno y transparente a la información que requiere.
Demandamos de la administración autonómica que cumpla con más efectividad en su labor de coordinación e implantación del Sistema de Archivos de Canarias en lo referente a la administración local, tal como propone la legislación vigente en materia archivística.
Para paliar esta gran deficiencia de la administración local canaria, Asarca entiende que se deben cumplir dos requisitos mínimos: disponer de personal archivero con formación específica, y disponer de unas instalaciones adecuadas.
Por esta razón se están haciendo los esfuerzos necesarios, interviniendo en la elaboración de la Ley de Transparencia y acceso a la información pública de Canarias y en la revisión de la Ley 3/1990 de Patrimonio Documental y Archivos de Canarias, de las cuales esperamos se produzca un punto de inflexión que permita de una vez por todas el progreso y desarrollo de los archivos y los archiveros de Canarias.
Canarias, Junio de 2014