La Consejería de Sanidad registró durante 2013 un total de 264 donaciones de órganos, lo que supone un 6,8% más que en 2012. Gracias a estas donaciones, procedentes de 12 donantes vivos y 69 fallecidos, se pudieron beneficiar de un trasplante 140 pacientes, que fueron intervenidos en los centros hospitalarios públicos. Del total de trasplantes realizados, 101 fueron de riñón, 3 de páncreas y 36 de hígado.

Por hospitales, se produjo un total de 63 trasplantes de riñón y tres renopancreáticos en el Hospital Universitario de Canarias; 36 de hígado en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria y 38 de riñón en el Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno Infantil de Canarias.

Más de sesenta profesionales sanitarios, pacientes y familiares participaron ayer en las primeras Jornadas sobre Trasplante Renal de Donante Vivo en Canarias.

El objetivo de esta sesión, organizada por el Complejo Hospitalario Universitario de Canarias (HUC) y la Sociedad Canaria de Nefrología y enmarcadas en la Campaña de Novartis "Donar es recibir", es concienciar sobre la importancia de esta opción terapéutica como el mejor tratamiento renal sustitutivo, viable para los pacientes que sean candidatos a un trasplante renal.

La donación renal de vivo se ha consolidado como una de las vías más claras de expansión del número de donaciones, afectado por la progresiva disminución de los accidentes de tráfico. En 2013, el número de donaciones de vivo creció un 5% hasta los 382 donantes -doce de ellos en las Islas- y en la actualidad ya representa el 15% del total de los trasplantes renales efectuados en España.

Sin embargo, este porcentaje aún está lejos del de los países del norte de Europa y Estados Unidos, donde ronda el 50% de los trasplantes renales totales. "En España siempre hemos tenido una tasa de donación de cadáver muy alta, por lo que hasta que no comenzaron a disminuir los accidentes no se potenciaron los programas de trasplante renal de donante vivo que ya trabajaban otros países", explicó José Manuel González-Posada, coordinador médico del Programa de Trasplante Renal y Páncreas del HUC.

Los resultados conseguidos, la mejora de la técnica quirúrgica de extracción del riñón y la seguridad para el donante, unidos al estancamiento de la donación de cadáver, justifican la necesidad de incrementar los trasplantes de vivo. "Hablar sobre ello, ampliar los conocimientos de profesionales sanitarios implicados y abrir un debate ayudará a desterrar las barreras a su indicación y fomentar las donaciones de vivo", señaló González-Posada.

La jornada de ayer comenzó, precisamente, con una ponencia de este especialista, "Trasplante renal de donante vivo. Una excelente opción para el tratamiento de la enfermedad renal crónica avanzada (ERCA)", que dio paso a la conferencia del doctor Nicanor Vega sobre "La visión del trasplante renal de donante vivo en la consulta de la ERCA" y al testimonio de tres parejas donante-receptor de riñón.

La enfermería tuvo un papel destacado en la jornada, con dos ponencias a cargo de las enfermeras Ana Peña y María del Carmen Abad. Federico Openheimer continuó la sesión con una exposición sobre los retos y expectativas del trasplante renal de donante vivo cruzado, a la que siguió la ponencia de Ángel Alonso sobre "Trasplante renal de donante vivo ABO incompatible".