Miles de personas se dieron cita ayer en el parque San Telmo y en las inmediaciones de la calle Triana, provistas de palmas y olivos, para acompañar la procesión de La Burrita, el acto religioso que escenifica la entrada de Jesús triunfante en Jerusalén, y que marca para los católicos el inicio de la Semana Santa.

Fieles, cerca de cinco mil según las estimaciones de Protección Civil y la Policía Local, y algunos curiosos, asistieron a la puntual salida del trono con la figura de Jesucristo a lomos de la burrita, de la Ermita de San Bernardo en San Telmo, a las 11.00 horas, con dirección a la calle Triana.

Ese fue el momento preferido de Carmen Naranjo, una auxiliar administrativo que lleva más de una década sin faltar a la cita con este acto religioso. "Es precioso cuando el trono sale y todo el mundo ondea las palmas y los olivos, y empiezan a tocar los tambores y las trompetas, a mi se me acelera el corazón y me emociono, no lo puedo remediar. Todos los años me pasa lo mismo y mire que yo no soy llorona", reconocía ayer a la entrada del templo.

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