Los pastores han sido siempre grandes conocedores del medio que les rodea y han conservado todo un cúmulo de información que corre el riesgo de perderse debido a la tendencia a la intensificación de las producciones caprinas.
Los autores (Alejandro Escuder Gómez y Laura Pérez Rodríguez) han intentado rescatar con parte de ese saber aportando la mayor cantidad de referencias posibles para poder clasificar a la cabra palmera tanto por la coloración de su capa como por la distribución del pigmento e incorporando aspectos tan importantes como sus características complementarias como el tipo de cornamenta, el carácter del animal, las marcas extrínsecas, etc.