La de este año fue la primera Romería de Marta, que a sus cinco meses de edad, asistía transportada en carrito por su madre, Mapi. La mamá es de Las Palmas de G.C y está casada con un guiense, y para ella también fue su primera Romería, participando con gran devoción. Y es que Mapi tiene un problema de salud, y por eso vino, para pedirle ayuda a la Señora y ponerse bien.
Esta devoción, este sentimiento hacia la Virgen, es el que da vida a una fiesta votiva, muy arraigada en el corazón de los guienses. Solo hay que ver los ojos de los hombres y mujeres que esperan a que la Virgen haga su aparición, para sentir y vivir la pureza de la fiesta. Ojos que se llenan de lágrimas emocionadas cuando pasadas las doce del mediodía, la Señora sale radiante a las puertas del templo matriz, mientras el sonar de los tambores y de las carocalas se intensifica para recibirla.
Para seguir leyendo y ver una amplia galería de fotos, pincha aquí.