El acuerdo, aprobado por unanimidad de todas las fuerzas políticas, solicita a la Dirección General de Cooperación y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias la proposición de candidatura de la Bajada de la Virgen, a fin de que se eleve la propuesta al Comité para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. “Éste es un proceso largo, que iniciamos hoy, en el convencimiento de que nuestras Fiestas Lustrales tienen elementos únicos y singulares más que suficientes que la hacen merecedora de este reconocimiento por parte de la UNESCO”, asegura el alcalde de Santa Cruz de La Palma, Sergio Matos.
En la resolución aprobada se recuerda el carácter excepcional de estas fiestas cuyas principales características se desglosan en diez apartados: antigüedad, ritualidad, simbolismo, patrimonialidad, originalidad, multiplicidad artística, renovación, participación ciudadana, autenticidad y unicidad.
Fundada por el obispo Bartolomé García Ximénez en 1676, durante sus 67 ediciones desde 1680 hasta 2010, la Bajada de la Virgen se ha convertido por derecho propio en una de las citas más genuinas del calendario festivo canario, en virtud de una serie de valores devocionales y culturales que constituyen, en su conjunto, una de las formas de identidad que más y mejor han definido el carácter palmero.