Revista nº 1040
ISSN 1885-6039

Pan de Dios y Los Santitos para los más pequeños.

Jueves, 31 de Octubre de 2013
Redacción BienMeSabe
Publicado en el número 494

Bajo el programa Añorando nuestras tradiciones, los alumnos de las ludotecas del municipio tinerfeño conocerán las prácticas del Pan por Dios y Los Santitos, típicas de la historia ramblera.

 

El Ayuntamiento de la Villa de San Juan de la Rambla ha puesto en marcha un programa educativo y cultural llamado Añorando nuestras tradiciones que tiene como objetivo el fomento y recuperación entre los más jóvenes del Pan por Dios y Los Santitos, costumbres que se desarrollaban antaño durante el 1 de noviembre, Día de Finaos o de Todos los Santos.

 

Estas actividades se han centrado en transmitir entre los jóvenes del municipio en qué consistían estas tradiciones y el porqué eran importantes en una época en la que escaseaban recursos, acercando a los mayores del municipio a las ludotecas de la Villa para que los niños y las niñas oyeran de primera voz las experiencias de Todos los Santos. En este caso, el martes los mayores se trasladaron a la ludoteca La Saltarina de San Juan, donde explicaron en qué consistían Los Santitos, mientras que el miércoles se repitió la actividad en La Estrella Contenta de San José, donde los menores conocieron en qué consistía y el por qué del Pan por Dios. El acercamiento de las tradiciones se completó con talleres de elaboración de cestas tradicionales y pequeños panes típicos de estas fechas, además de diversas actividades durante la semana que implicaron las tradiciones en las actividades educativas de las ludotecas.

 

El Pan por Dios en la parte alta y Los Santitos en la parte baja se celebraban en San Juan de la Rambla por Finados y la tradición decía que se buscaba la ofrenda para las ánimas benditas de los difuntos. En la parte alta del municipio, se extendió la costumbre de que el panadero dejara un pequeño pan a sus clientes fieles de todo el año, denominándolo el Pan por Dios y que servía como agradecimiento. Como respuesta, los clientes debían responder a la ofrenda con la expresión que te lo acreciente Dios. Era costumbre también que los niños y niñas recorrieran cada barrio pidiendo con el cestito decorado el Pan por Dios y Los Santitos casa por casa, tocando en las puertas y recibiendo lo que los moradores buenamente podían: una manzana, chucherías, una naranja, higos pasados, almendras, nueces o castañas, entre otros. Según recuerdan nuestros mayores, este mismo día salían las parrandas de ánimas o los llamados Ranchos de Ánimas (hoy sólo existentes en las islas orientales), cantando y tocando por los caminos y recogiendo limosnas para pagar misas a los que habían partido y no tenían quien se hiciese cargo de sus almas.

 

En la actualidad aún se mantiene con arraigo entre los menores de San Juan de la Rambla la práctica de Los Santitos.

 

 

Foto: mayores que explican en la Ludoteca La Saltarina

 

 

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