El deporte es, indudablemente, una forma de cultura. A través de él entran en relación las personas, y los pueblos encuentran sus señas de identidad, que los diferencian y los unen -al mismo tiempo- a otros pueblos de la tierra.
Dentro de esa concepción del deporte y en un intento de rescatar las formas culturales canarias que permanecen en el olvido, o que son poco conocidas, se inscribe el presente trabajo sobre un deporte de los más desconocidos: la Pelotamano.
En el libro sagrado de los mayas Quiches figura el invento del juego de la pelota, aunque también Herodoto lo cita, atribuyendo su invención a los habitantes de Meonia. Aunque no sabemos mucho sobre la forma como se jugaba a la pelota en ese tiempo, sí existe el hecho claro de que ha sido la antecesora de los diferentes deportes de pelota.
En Canarias este juego data desde muchos años atrás. Allá por el siglo XVI Navarro Ruiz, en su libro Nomenclaturas de calles y plazas de Las Palmas, se refiere a él de la siguiente forma: Llámase así desde muy antiguo la vía que va desde la plaza del mercado a la de Mesa de León, distrito de Vegueta, barrio de la Catedral, y lo debe al juego de pelote que allí hubo en otros tiempos...
En fechas posteriores aparecen los primeros escritos referentes al juego de la pelota en Lanzarote en el año 1617. En ellos se hace constar la existencia en la real Villa de Teguise de una calle denominada del juego de la pelota. Y en nuestras investigaciones realizadas por todo el Archipiélago hemos encontrado este juego en Lanzarote, La Graciosa, Fuerteventura y Gran Canaria.
La Pelotamano cayó en decadencia en el Archipiélago por las causas más dispares, desde la apatía de las gentes al asfalto de las calles o las consecuencias de las guerras (civil y mundial), siendo esta última, con sus secuelas de cambios de costumbres, la causa principal de su decadencia en Lanzarote, donde todavía se mantuvo de forma esporádica hasta la década de los sesenta, en que desapareció casi por completo, siendo Soó, Tiagua y Teguise los últimos sitios donde se jugó. En septiembre último se celebró en Teguise el Homenaje póstumo a Juan Crisosto Morales Hernández (Simón), uno de los últimos jugadores de pelotamano.
El origen del juego no está claro, aunque existe una larga serie de hipótesis. La más segura parece ser la que hace referencia a los esclavos que se trasladaban a América desde África, que poseían un juego de pelota con algunas cosas en común y que dejaron su influencia en Canarias, lugar obligado de paso entre los dos continentes. Igualmente puede hablarse de las influencias vascas en Lanzarote, y las de otros juegos de pelota como la pelota alarga y la Romana.
La pelotamano Breve síntesis del reglamento
El juego se desarrolla en una cancha de tierra rectangular de unos 60 o 70 pasos de largo, por 8 o 9 de ancho, dividida casi a la mitad por una raya llamada raya de fallas. EL EQUIPO.- El equipo no tiene un número fijo de jugadores, siendo el más aconsejable el de cinco por bando. EL BOTE.- El saque se ejecuta desde el bote, especie de atril que tiene en la parte superior una loseta. EL JUGADOR.- Tiene asignada una misión dentro del equipo, así como un nombre. El jugador debe dar a contar sus faltas, ya que no existe árbitro. DURACIÓN.- La duración no es fija, sino que se acuerda previamente por los dos equipos, o, como se tenía por costumbre, se juega hasta que haya luz natural. TANTEO.- El tanteo es de 15, 30, 40 y 50 tantos es un chico, y cada cinco chicos es un pajero. Para hacer un chico se precisa que haya una diferencia mínima de 20 tantos. FALTAS.- Es falta de jugada que no cumpla los requisitos y condiciones dispuestas por el reglamento de juego. Existen dos tipos de faltas: del botador y del resto de los jugadores. Faltas del botador son: cuando un botador no da a la pelota en el momento del saque, cuando la pelota sale fuera y cuando la pelota no llega a la raya de falta. Las faltas del resto de los jugadores pueden ser: cuando a la pelota se le da mal con la mano, o cuando la pelota golpea en el cuerpo de un jugador, etc. LA PELOTA.- Tiene un diámetro de 45 a 47 milímetros y un peso de 1,50 gramos. El juego se desarrolla al ponerse la pelota en movimiento desde un extremo de la cancha y pasarla al campo contrario, teniendo que devolverla el equipo opuesto al que saca. La pelota se devolverá al primer bote que dé esta en el suelo o antes de darlo. Si durante el desarrollo del juego la pelota da dos saltos no es falta, pero se hace una raya donde se paró. Cuando existan dos rayas, los equipos cambian de posición, al igual que cuando exista 40 y raya. Una vez cambiados los equipos de posición las primeras jugadas son para eliminar las rayas.
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Artículo publicado previamente por Mª. Teresa Perera Betancort y Juan Manuel Hernández Auta en la sección de "Sociedad" del número 6 de la revista El Puntal (1980).