Con esta Coronación Canónica culmina un amplio programa de actos religiosos y culturales que se han venido celebrando desde octubre del pasado año. La imagen de Nuestra Señora de Candelaria ha sido ahora la segunda imagen mariana en ser coronada canónicamente en la isla de La Gomera. La primera fue la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona insular, en 1973.

La Coronación Canónica es un acto que se realiza en contadas ocasiones y solamente en aquellas imágenes de la Virgen María (sola o con su Hijo) que son objeto de una genuina y constante devoción por parte de un gran número de fieles y con más de cien años de antigüedad. Corresponde al Obispo de la Diócesis, a petición de la comunidad local, juzgar sobre la oportunidad de coronar una imagen de la Santísima Virgen, teniendo en cuenta la devoción popular que suscita y el cultivo de una vida auténticamente cristiana que se deriva de esa devoción. La Coronación Canónica responde a la costumbre de los fieles de venerar a la Virgen María como Reina, costumbre alentada desde muy antiguo por la Iglesia. Al realizarla, se reconoce que la devoción a la Virgen de Candelaria en Chipude es, y a partir de ahora como mayor intensidad, fuente de vida cristiana, tanto por la celebración de las distintas fiestas religiosas, como por ser un estímulo de apostolado y de crecimiento en la vida cristiana de sus devotos. Por eso, más que un acto del Obispo que “coloca la corona”, la Coronación Canónica es un acto del pueblo gomero en su devoción histórica.

Cabe recordar que el día 10 de agosto, víspera de la coronación, se celebró una vigilia de oración ante Nuestra Señora de Candelaria. Y así se congregaban el domingo, al siguiente día, miles de personas bajo un calor que rompía las piedras, aparte de la presencia de las autoridades de turno. Chácaras y tambores, que nunca pueden faltar en La Gomera, y música, aplausos y coronas.

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