Después de treinta y tres años de andanzas ininterrumpidas por el mundo del folclore, Estrella y Guía acapara un enorme caudal humano, conformado por varias generaciones de norteños que, a lo largo de estas tres décadas, han dejado su impronta en nuestra agrupación. Tanto músicos como bailadores han grabado su impronta en el grupo y muchos han sido los recuerdos y vivencias que han quedado prendidos para siempre en nuestra memoria. Pero algunas personas plasmaron una huella especial que ni los vientos alisios logarían difuminar.
En septiembre de 2007 se iba de nuestro lado Pedro Mendoza Armas, una enciclopedia andante del folclore de los últimos setenta años. Con él se marchaban los ecos de las legendarias rondallas guienses. Aquellas que conoció y otras en las que hizo historia el bueno de Perico, llenando de trinos y coplas las vetustas calles de la ciudad de Luján Pérez. La rondalla de los Lindos, los Gonzáles o el Callejón del Molino, la de La Atalaya, la célebre Princesa Guayarmina, la venerada Tirma Guiense, las de Pulso y Púa e innumerables parrandas que tuvieron su colofón en Estrella y Guía, fueron testigos de su entrega y dedicación durante más de seis décadas.