Revista n.º 1073 / ISSN 1885-6039

Apuntes para la historia de Barranco Hondo.

Domingo, 22 de julio de 2012
Octavio Rodríguez Delgado (Cronista Oficial de Candelaria)
Publicado en el n.º 427

Desde el siglo XVI comenzaron a establecerse en Barranco Hondo (Candelaria, Tenerife) algunas familias aisladas, que a comienzos del siglo XVIII ya constituían un pequeño caserío, que fue creciendo en las proximidades del barranco que le da nombre, condicionado por la topografía y la pendiente.

Panorámica de Barranco Hondo en Candelaria (Tenerife).

 

Con motivo de las fiestas en honor del Cristo de la Buena Muerte, queremos aprovechar este programa para recordar los principales acontecimientos y personajes que han conformado la historia de este pueblo, cuyos principales aspectos pensamos desarrollar en los años próximos.

 

En la toponimia de este lugar quedan vestigios de los guanches del menceyato de Goymar, de sus ritos y costumbres, como la Cueva y Salto del Infierno y La Trojita. Asimismo, entre los yacimientos aborígenes descubiertos destacan: el panteón de la Media Montaña, con restos de 160 personas que fueron a parar al Museo Municipal de Santa Cruz de Tenerife; y en la Cueva de la Arena (El Picacho) se encontró un sarcófago de tea, que permaneció durante años en el gabinete científico de la capital tinerfeña.

 

Desde el siglo XVI comenzaron a establecerse en Barranco Hondo algunas familias aisladas, que a comienzos del siglo XVIII ya constituían un pequeño caserío, que fue creciendo en las proximidades del barranco que le da nombre, condicionado por la topografía y la pendiente. Sus habitantes se dedicaban por entonces, como en los dos siglos siguientes, a la agricultura (alcanzando fama el pueblo por sus ricas frutas pasadas, tanto higos como porretas) y al pastoreo.

 

En 1737, el pago de Barranco Hondo sólo tenía 24 vecinos o familias. Pero en 1779 ya lo formaban 44 familias, con un total de 163 habitantes, concentrados en el Camino que va al agua, Callejón que llaman el Cabuco y Camino que va a Candelaria; los hombres se dedicaban fundamentalmente a las tareas agrícolas y al pastoreo, mientras que la mayoría de las mujeres atendían las labores de su casa y cuidaban de la educación de sus hijos, aunque además muchas sabían hilar, coser, tejer y lavar.

 

Iglesia de San José (Barranco Hondo, Candelaria).

Iglesia parroquial de San José

 

El siglo XIX: crecimiento poblacional y construcción de la Ermita de San José. En 1802 el caserío de Barranco Hondo tenía sólo 33 casas, pero en la primera mitad del siglo XIX tuvo un rápido crecimiento. Desde entonces hasta la actualidad ha tenido representación municipal, siendo varios los alcaldes, tenientes de alcalde, concejales y alcaldes de barrio que han defendido los intereses locales.

 

En 1834 se celebró en las costas de esta localidad la luchada de la Media Montaña, la más célebre de la historia insular, que duró tres días y en ella se enfrentaron los bandos del Norte y Sur de la isla, compitiendo casi medio millar de luchadores. En 1848 ya tenía 6 u 8 casas arruadas y unas 74 esparcidas; sus vecinos se abastecían de agua de las del manantial del Monte, conducidas en canales de madera; y su población se elevaba a 84 vecinos (324 almas), incluyendo a los 3 vecinos que vivían al norte del barranco, en la jurisdicción de La Laguna. En 1850, figuraba como aldea y con 96 vecinos. En 1852, se le menciona como pago y con 81 vecinos, que en 1854 ascendían a 90 vecinos (389 almas).

 

Hasta mediados del siglo XIX, los vecinos de este pago acudían a oír misa a la ermita de El Rosario o San Amaro (Machado), aunque algunos también acudían a la ermita de la Santísima Trinidad de Igueste y todos debían hacerlo a la iglesia parroquial de Santa Ana de la capital municipal para celebrar los sacramentos. En 1849 solicitaron y obtuvieron licencia para construir una ermita bajo la advocación de San José; no obstante, por dificultades económicas su construcción no se inició hasta pasados varios años; las obras concluyeron en 1860, pero su bendición se retrasó hasta 1867. También hacia 1860 se instaló el antiguo Calvario, con tres cruces de madera, en el lugar conocido como La Vistita y junto al camino que conducía desde el pueblo hasta la carretera general del Sur.

 

En 1861, según Olive, Barranco Hondo constaba de 93 edificios de un piso y 20 de dos, habitados 90 constantemente por 90 vecinos, 360 almas, 30 temporalmente y 20 inhabitados; como curiosidad, la parte incluida en El Rosario la constituían por entonces 3 edificios de un piso y 1 de dos, habitados constantemente por 4 vecinos (24 almas). Y en 1870, según Dugour, era un Lugar de 113 casas y 360 habitantes á 11 k. de Candelaria, en direccion al NO de dicho punto. Población diseminada cerca del Barranco de su nombre en buenas tierras de labor, huertas y arbolado. Hay una ermita dedicada [a San José].

 

Tras ser destruido por un vecino, en 1881 se reconstruyó el Calvario de la localidad, que fue bendecido en 1885. En 1889 la ermita fue visitada por primera vez por un obispo, Ramón Torrijos y Gómez. En 1897 ya contaba con alcalde pedáneo o de barrio, cargo que continuó nombrándose hasta mediados del siglo siguiente. Y a finales del siglo XIX, la ermita de Barranco Hondo ya contaba con la Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y con la Cofradía de las Ánimas.

 

La célebre Orquesta Columbia.

La célebre orquesta Columbia

 

El siglo XX: dotación de servicios, movimiento asociativo, cultural y deportivo. En 1905, Barranco Hondo tenía 112 edificios, 23 cuevas y 517 habitantes. En 1920 se construyó la capilla del Cristo de Limpias. En los años veinte se creó la cartería. En 1928 se desdobló el distrito del Somatén Armado de Candelaria, al crearse el nuevo distrito de Barranco Hondo; por este motivo, el cabo de barrio de dicha localidad, Antonio Cruz Díaz el Pastor, fue elevado a cabo de distrito. En 1929 se crearon las dos escuelas unitarias, una de niños y otra de niñas, siendo sus primeros maestros José Mendoza Álamo y Carmen Domínguez Figueras. En 1931, en la noche de San Juan, se le prendió fuego a la ermita de San José, aunque el pueblo logró apagarlo cuando sólo había afectado a la sacristía. Y por esa misma época, en una Misa del Gallo se desplomó el coro de la ermita, causando cinco heridos.

 

A petición de varios vecinos de Barranco Hondo, en 1932 el Cabildo de Tenerife aprobó la construcción de una pista que uniese este pueblo con la carretera general del Sur. En 1934 existían en este pueblo dos gasolineras y tres panaderías o tahonas. En ese mismo año se fundó el Comité Local de Acción Popular Agraria de Barranco Hondo, presidido por Antonio Alonso Díaz. En 1935 se fundó la Sociedad Recreo de Barranco Hondo, también conocida como la Sociedad Nueva, bajo la presidencia de Santiago Pestano. En 1936 se presentó oficialmente al público la Banda de Música de Barranco Hondo, la primera del municipio, que fue dirigida por José Verdejo y tuvo corta vida a causa de la Guerra Civil. En ese mismo año el mayor contribuyente del municipio de Candelaria era el vecino de este barrio Juan Peña Hernández. Y al estallar el Movimiento, en ese año 1936, se disolvieron los partidos y se creó en Barranco Hondo un grupo de Milicias de Acción Ciudadana, cuyo jefe fue Fermín Higuera Mederos, el cual se incautó del local de la sociedad Recreo y en 1937 se refundió con Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S.

 

Ante el peligro de invasión aliada durante la II Guerra Mundial, la Agrupación de Artillería de Costa construyó en Barranco Hondo, en 1942, la 9ª Batería de Costa, situada en la Montaña de La Mina o Las Rosas y artillada con dos cañones Ordóñez de 240/14, obtenidos del desartillado de la batería del Barranco del Hierro. Su destacamento de estaba compuesto por una veintena de hombres y realizó frecuentes ejercicios de tiro sobre blancos marítimos hasta 1952.

 

En 1943 la ermita de San José fue elevada a la categoría de Parroquia por el obispo de la Diócesis Fray Albino González Menéndez-Reigada; comenzó a regir en 1944 y fue su primer cura encargado Fr. Fernando Silva. También en 1943 se fundó la Sociedad Club Deportivo Cárdenes, presidida por Antonio Hernández Delgado; funcionó más como casino que como club deportivo, pues aunque en 1948 adquirió los terrenos para construir el campo de fútbol, éste nunca llegó a hacerse realidad; la sociedad aún existía en 1955. En 1944 se fundó la orquesta Columbia de Barranco Hondo, a la que siguieron en los años setenta y ochenta Los Vengadores y la Nueva Columbia; a ellas se suma, en la actualidad, la orquesta Revelación; tampoco podemos olvidar a la célebre Nick-and-Randy, fundada en 1952, pues la mitad de sus componentes eran de este pueblo y fue considerada como la mejor orquesta tinerfeña de su época.

 

El cementerio católico de esta localidad fue bendecido en 1946 por fray Vicente Bravo y Bravo, en presencia del alcalde de Candelaria Gregorio Rodríguez Delgado; se puso bajo la advocación de San José, por coincidir su bendición con la festividad del Santo, y con él cesó el largo traslado de los cadáveres hasta el de Candelaria.

 

La primera actividad deportiva que existió en Barranco Hondo fue la lucha canaria. A comienzos de los años cuarenta ya existía en este barrio un bando aficionado y en esa misma década se organizaron en el mismo dos equipos federados. En 1947 se registró el C.D. Mencey, del que fue presidente Álvaro Peña Ramos, pero desconocemos si llegó a competir. En ese mismo año se fundó el C.L. Tinerfe, cuyo primer presidente fue José Pérez Afonso; su existencia fue irregular, agrupada en cuatro etapas (1947-1953, 1959-1966, 1976-1978 y 1979-1981); militó en Segunda y Primera categoría, quedando en ésta subcampeón de Liga; en la última temporada contó también con un equipo juvenil. Y en el seno del Club se creó también un equipo femenino, el único oficial del Sur de Tenerife, que participó en competición durante dos temporadas (1980-1982), quedando campeón de la Copa Federación.

 

Club de lucha Tinerfe en 1959.

El club de lucha Tinerfe, en 1959

 

En 1957, Barranco Hondo figuraba como lugar, con 946 habitantes y formado por 231 edificios destinadas a vivienda y 10 a otros usos, en diseminado. Y en 1961, al cumplirse un siglo de su construcción, la iglesia parroquial de San José fue restaurada, construyéndose también la casa parroquial y los salones anejos; además, se elevó la torre, que fue dotada de reloj gracias a la recaudación realizada en Venezuela por Pedro Alberto. En 1965, aún funcionaban en esta parroquia la Cofradía de Ánimas y la Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, integrada por hombres y mujeres del pueblo.

 

Hacia 1970 se creó el Teleclub de Barranco Hondo (nº 4.780), impulsado desde el Ayuntamiento por el primer teniente de alcalde Crisanto Marrero Delgado, natural y vecino de la localidad; durante años estuvo en un local alquilado y llegó a contar con 300 socios; luego se transformó en el Centro Cultural Cho Morrocoyo. En 1978 se fundó el actual equipo de fútbol de la localidad, el C.F. Barranco Hondo o Atlético Barranco Hondo, que cuenta con campo de fútbol propio desde 1984. Hacia 1980 se formó la murga Los Troncopolinos, que durante cuatro años logró animar los Carnavales del municipio, sin ningún apoyo del Ayuntamiento, cuya labor era objeto de sus críticas. Y en 1985, con presencia de numerosas autoridades insulares, encabezadas por el capitán general de Canarias Pérez Íñigo, tuvo lugar la inauguración oficial de las instalaciones náutico-deportivas del Círculo de Amistad XII de Enero, en la costa de Barranco Hondo, aunque algunas de sus instalaciones ya se venían utilizando desde hacía dos años.

 

En 1986 fue reconstruida la capilla de El Calvario, gracias a una suscripción popular. En 1989 también fue reconstruida por el Ayuntamiento la capilla del Cristo de Limpias. En 1995-1996 se restauró el tejado del templo parroquial. Y en esa misma década fue construida por el Ayuntamiento en El Tagorillo la pequeña capilla de San Antonio de Padua.

 

En 1999, se instaló un botiquín farmacéutico de urgencias en Barranco Hondo, que por entonces contaba con 1.804 habitantes, dependiente de la farmacia de Las Caletillas; dos años después se transformó en farmacia independiente. Y hoy cuenta este pueblo con un colegio, un consultorio médico, un centro cultural, una biblioteca, un campo de fútbol y un polideportivo, todos ellos de carácter municipal. Con respecto a colectivos, posee dos asociaciones de vecinos (Barranco Hondo Bajo y Virgen del Carmen-El Varadero), una asociación juvenil (Cruz del Picacho) y una sociedad de cazadores (El Picacho). Además, desde el punto de vista musical, cuenta con la Rondalla Juvenil San José, que en 1998 actuó en el programa Taifa y Candil de TVE, la Agrupación Folclórica Chajoigo y el Ballet Chic and Chic.

 

Personajes destacados. A lo largo de su historia, la familia más destacada de Barranco Hondo ha sido la Núñez del Castillo, tanto por su poder económico como político, religioso y militar. Además, este pueblo ha dado numerosos hijos que han destacado en la esfera municipal o insular, entre los que a continuación recordamos a algunos de ellos, sobre todo a los más antiguos.

 

Entre los militares: Luis Francisco de Castro Núñez (1676-1750), capitán de Milicias y mayordomo de fábrica de la parroquia de Santa Ana; Pedro Marrero de Torres (1717-1785), ayudante de Milicias; Nicolás Alonso Pestano y Díaz (1810-1873), primer subteniente de la Milicia Nacional de Candelaria; José Díaz Hernández (1827-1875), teniente de Infantería, muerto a consecuencia de las heridas sufridas en la Guerra Carlista; Luis Núñez Ramos (1835-1919), sargento 1º de Milicias, comandante de armas de Candelaria y Arafo, y concejal del Ayuntamiento; Fermín Delgado González (1914-1989), que luchó en la Guerra Civil y luego fue guardia civil, teniente auxiliar de Infantería, comandante militar y jefe del Destacamento de El Hierro; y Fermín Higuera Díaz (1917), que combatió en la Guerra Civil y en la II Guerra Mundial, y ha sido Caballero Mutilado permanente de Guerra, teniente auxiliar de Infantería, empleado de la Refinería, y secretario del Sindicato de Jubilados y Accidentados del Trabajo.

 

El teniente Fermín Higuera Díaz.

El teniente don Fermin Higuera Díaz

 

Entre los sacerdotes y religiosos: Luis Ambrosio Fernández del Castillo (1738-1788), beneficiado propio de Adeje y de Güímar; Juan Antonio del Castillo (1742-1835), capellán y colector de Güímar, decano de los sacerdotes del Valle; Juan Núñez del Castillo (1779-1863), el Cura Viejo de Candelaria, que estuvo al frente de la parroquia de Candelaria durante 35 años; y Sor Carmen González Delgado (1931-2007), religiosa Hija de la Caridad y auxiliar de clínica.

 

En la actividad política: Antonio Núñez del Castillo, alcalde de Candelaria en 1794; Juan Pedro Ramos del Castillo (1765-?), alcalde real de Candelaria; Manuel Rodríguez Colorado, alcalde constitucional de Candelaria; Juan Antonio Díaz (1815-1889), propietario de una empresa de carruajes, alcalde de Candelaria en cuatro períodos y mayordomo de la Virgen de Candelaria; Manuel Rodríguez Rodríguez (1867-1945), lugarteniente de Manuel García El Rey de los Campos de Cuba, primer teniente de alcalde y alcalde accidental de Candelaria; Crisanto Marrero Delgado (1916-2000), soldado de Infantería, policía armado y primer teniente alcalde del Ayuntamiento de Candelaria; Antonio Hernández Marrero (1940), luchador, contable y alcalde de Candelaria.

 

En los distintos cuerpos de seguridad destacaron, entre otros: en la Policía Local, Isidro Febles Ramos (1901-1957), cabo de Infantería, subinspector y cabo de la Guardia Municipal de Santa Cruz de Tenerife; Manuel Pablo Rodríguez González (1931), luchador, cabo 2º de la Legión, radiotécnico, suboficial y jefe accidental de la Policía Municipal de Santa Cruz de Tenerife; y Amado Díaz Hernández (1962), sargento de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife y sargento jefe de la de Candelaria. Y en la Policía Nacional: Marcos Hernández Rodríguez (1944), cabo 1º de la Policía Nacional; y Juan Hernández Martín (1950), sargento o inspector del Cuerpo Nacional de Policía.

 

En la lucha canaria: Álvaro de Armas Pestano Pollo de Barranco Hondo (1941), puntal de Segunda y destacado de Primera; Miguel Alonso Hernández (1938), Marcos Ramos Hernández (1938) y Pedro Pérez Cruz (1950), puntales de Segunda de lucha canaria. En la música: Nicasio Ramos Díaz (1932) y Francisco Rodríguez Ramos (1941), componentes de la orquesta Nicanrandy y de la Banda Municipal de Santa Cruz de Tenerife; y Agustín Ramos Ramos (1941), catedrático del Conservatorio Superior de Música, director de bandas y compositor-arreglista. Y en otras actividades: Ana Narcisa Marrero de Torres (1783-1849), partera; Juan Delgado Vera del Castillo (1797-1856), acaudalado comerciante y hacendado, que desempeñó importantes cargos en Cuba; Antonio Víctor Alberto Alonso Cho Morrocoyo (1878-1962), destacado poeta popular; y Adelina Peña Ramos (1921-1993), maestra nacional de Primera Enseñanza.

 

El músico Agustín Ramos Ramos.

El músico y compositor don Agustín Ramos Ramos

 

 

Este texto fue publicado previamente en el Programa de las Fiestas del Santísimo Cristo de la Buena Muerte (Barranco Hondo). Julio de 2008. Págs. 4-11.

 

 

Foto de portada: vista panorámica del pueblo de Barranco Hondo, con la Media Montaña al fondo

 

 

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