El miedo vuelve a escenificarse en las calles de Frontera (El Hierro) y, al contrario que en otros tiempos, muchos acudirán temerosos pero impacientes de encontrarse con estas imponentes formas malignas.
Porque antes el miedo era otro. La gente se resguardaba en sus casas, cerraban las ventanas y se refugiaban esperando no oír esos terribles cascabeles que hacían referencia a la proximidad del "animal". Muchos hasta se escondían debajo de las camas o incluso se dejaban orinar encima. Eran otros tiempos. En un mundo de TDT, Internet, mp3-mp4, entre otros, ¿como pretendemos aproximarnos a los niveles de temor que caracterizaban a nuestros padres?
Ese es el gran reto de esta escenificación, seguir garantizando la pervivencia de este miedo porque este es el gran secreto para que se mantenga la fiesta: el respeto y atención de lo que supone Los Carneros y de la importancia de los criterios que condicionaron esta fiesta y que nos han transmitido nuestros mayores.
Foto: Miguel Ángel Rodríguez