Conscientes de la importancia de la divulgación a nivel escolar de la valiosa memoria histórica del agua en la isla, el Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo de Lanzarote ha puesto en marcha el proyecto didáctico El Aljibe de Lanzarote, que pretende poner en conocimiento de la población escolar la sabiduría que se ha atesorado en Lanzarote en torno a la práctica del agua. De esta forma, en pasados días, varios centros educativos de la isla han participado de estos talleres, a través de divertidas y didácticas charlas, y mediante la organización de diferentes actividades grupales que se han llevado a cabo al aire libre y en el propio aula.
El proyecto que va dirigido al alumnado de entre 8 y 16 años, está a disposición de aquellos colectivos escolares y centros educativos que se encuentren interesados en celebrar esta propuesta didáctica, cursando la solicitud a través del Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo de Lanzarote.
El consejero del área, Juan Antonio de la Hoz, sostiene que "el conocimiento y las técnicas tradicionales que se han desarrollado y perfeccionado durante siglos en la isla deben vincularse a los avances tecnológicos para el desarrollo de prácticas sostenibles respecto al agua en la actualidad. El ahorro y la racionalización en el uso son la clave para una gestión sostenible del agua en el presente".
Contenidos del proyecto. Las ingenierías del agua existentes en la isla ofrecen una clave importante para entender e interpretar la dinámica de la población insular durante muchos siglos. Hasta hace escasas décadas la captación del agua de lluvia constituyó la única alternativa que tuvo la población de Lanzarote para posibilitar la vida. La escasez de precipitaciones y la falta de agua en el subsuelo determinaron que la existencia en la isla girara en torno al agua caída, de tal manera que ésta marcaba la pauta de la vida. La presencia o ausencia de agua determinaba la ganadería, la agricultura, la higiene, la economía, la emigración, en fin, la existencia misma.
La implantación en la isla de las plantas desaladoras ha permitido superar las grandes dificultades de antaño, quedando el pasado solo presente para las nuevas generaciones en forma de aljibes o alcogidas ya olvidadas en medio del campo, o bien a través de testimonios orales de las personas mayores.
A través de esta propuesta didáctica que desarrolla el Servicio de Patrimonio Histórico de la primera Institución, se pretende -por tanto-, según Juan Antonio de la Hoz, que "este importante legado y memoria de nuestra isla no se pierda y, por el contrario, se ponga en valor entre los más jóvenes lo que significa y ha significado para la isla la cultura del agua".