Revista nº 1040
ISSN 1885-6039

¡Vivan las canciones de Teror...!

Miércoles, 05 de Septiembre de 2012
José Luis Yánez (Cronista Oficial de la Villa de Teror)
Publicado en el número 434

A esta relación hay que añadir además el excepcional bolero “Virgen del Pino” que el músico cubano Compay Segundo estrenó el año 1995 a raíz de su relación con la Villa y sus gentes a través del terorense Peyo Benítez. Este bolero, una diferente pero extraordinaria aportación a nuestras canciones, fue posteriormente grabado en Duetos con la colaboración del cantante Santiago Auserón.

 

El 26 de julio de 1934 se constituyó en Las Palmas el Sindicato de Iniciativas y Turismo que, conjuntamente con la Junta Provincial de Turismo, pretendía su fomento y auge por medio del desarrollo de actividades y proyectos encaminados al embellecimiento de la isla y la recuperación y recreación de los elementos primordiales de su cultura. De su primera junta directiva formaban parte personalidades de la sociedad isleña como José del Río Amor, Luis Doreste Silva, Fernando del Castillo o el polifacético artista Néstor Martín-Fernández de la Torre. Y sería este último quien, el 23 de noviembre de 1934, en una intervención importantísima expuso un proyecto en el que resumía cuáles eran, según su opinión, las líneas trascendentales de actuación y que fueron rápidamente asumidas por el resto de la junta. Pretendía Néstor de la Torre una “regeneración” total de todo lo canario, cara a ofrecer una imagen estereotipada pero atractiva a los visitantes. Propuso, junto a intervenciones arquitectónicas y paisajísticas, la invención de una nueva indumentaria típica que aunara trabajos de artesanía textil que como el calado jamás habían estado presentes en la vestimenta; planteando asimismo la necesidad de renovar parte de nuestra música folclórica y de sus bailes, recuperando o creando lo que hiciese falta ya que las consabidas isas, folías, malagueñas eran consideradas tristes y poco llamativas para los que venían desde fuera.

 

Los años siguientes fueron de trabajo constante en este sentido y, aunque con opiniones totalmente opuestas, Néstor de la Torre contó con el apoyo del Sindicato de Iniciativas y Turismo y del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, conjuntamente con el de la alta sociedad isleña, lo que hizo que estas iniciativas fueran consideradas desde algunos sectores como manifestaciones elitistas de la burguesía grancanaria.

 

Inmersa la intelectualidad de la isla en este ambiente de recreación y reconversión de “lo canario”, llegó a Gran Canaria en 1935 procedente de París la artista Encarnación López Júlvez La Argentinita, que de camino a América recaló en nuestra tierra. Con recomendaciones de García Lorca para Néstor de la Torre, quiso en unos días empaparse de la música canaria para incluir alguna canción en su repertorio, de lo que no encontró nada que le interesara en lo que en su estancia le mostraron. Y aquí hizo su aparición un joven que entonces colaboraba y apoyaba decididamente todas estas iniciativas, Néstor Álamo, quien años más tarde manifestó  que si él era el creador de la canción canaria en parte pudo ser verdad, pero el origen de esta pasión mía hay que buscarla en La Argentinita. Sin formación musical se dirigió a la artista y resueltamente le manifestó: yo te haré canciones canarias

 

Forma ya parte de la historia de nuestro folclore los pasos posteriores de este movimiento, las primeras canciones de Néstor Álamo, las fiestas pascuales y la progresiva aparición e implantación de esta renovación de nuestro folclore, en el que coadyuvaron sucesos como la aparición de Mary Sánchez o María Mérida y el total apoyo que Néstor Álamo, en una suerte de “sucesión” del otro Néstor, tuvo en todos sus propósitos en este sentido desde las instancias políticas de inicios del Franquismo, sobre todo después de que su protector Matías Vega ocupara la presidencia del Cabildo en 1945.

 

Néstor Álamo con la joven Mary Sánchez (Fedac)

 

Por ello, cuando, comenzando la década de 1950, la voluntad política y eclesiástica de los que gobernaban Gran Canaria se centró en proteger y aumentar las fiestas en honor a la Virgen del Pino, uno de los aspectos que primeramente se trató fue el de concretar la romería de entonces, emotiva, incontrolada pero a la vez muy participativa, dispersa y un tanto instintiva, en un acto que simbolizara el homenaje de la isla a su Patrona y, a la vez, una ofrenda de agradecimiento por los bienes recibidos. En este proyecto participaron don Matías Vega y don José Hernández, alcalde de la Villa de Teror; y por otro lado el Obispo Pildain y el párroco de Teror don Antonio Socorro Lantigua, que colaboraron aportando distintos puntos de vista, que se vieron concretados por el trabajo de investigación que don Matías Vega encargó a su secretario Néstor Álamo, artífice principal de su creación en el año de 1952, y que vio en ello la posibilidad de llevar adelante muchas de las propuestas que se habían gestado años antes.

 

La apertura de estos cambios se realizó lo noche del viernes 5 de septiembre de 1952 con un acto musical, denominado Festival de Arte en los programas, que pretendía aglutinar toda la esencia de lo que se quería para el futuro las Fiestas del Pino. Después de una parte introductoria, de corte musical más clásico, la segunda, con toda intención, se dedicó a las canciones del país: el timplista Jeremías Umpiérrez, el barítono Tomás Pulido y la señorita María Sánchez -La Voz de Gran Canaria-, que interpretará aires canarios estrenando en esa noche la canción "Telarito"… con diversas creaciones de Néstor Álamo y otros para dar ese toque de esencial canariedad que se quería para las fiestas de la Patrona.

 

Por supuesto, lo mejor vino al final del acto cuando un coro de muchachos y muchachas terorenses, con la intervención como dúo solista de Carmina Estévez Quintana y José Luis Vallejo Cabrera (elegido personalmente por Néstor Álamo), que cantaron, como destacaron las crónicas, con acendrado acento de la medianía a las cumbres, y estrenaron el "Ay, Teror, qué lindo eres", la primera de las tres canciones que Néstor Álamo dedicó a la Villa y que con los años ha venido en convertirse en himno del pueblo.

 

Este grupo de terorenses y veraneantes, ya que Néstor deseaba que estas canciones fueran estrenadas en las fiestas como lo que eran, ranchos parranderos, ensayaban durante el verano en los locales de la Falange controlados por el mismo Néstor, que se acercaba al ensayo desde la casona de los Manrique de Lara, donde pasaba el estío. El popular José Santana García coordinaba todo y participaban Braulio Guevara, Treviño, los hermanos Dávila y otros muchos, con Tono Peña Álvarez al piano.

 

Al año siguiente, en el Festival de Arte del 5 de septiembre de 1953 intervino el conjunto de Pulso y Púa del Real Victoria, los cantantes Pilar Alonso y Chano Gonzalo, con el correspondiente rancho que estrenó en esa ocasión “P’al Pino”.

 

En 1954 el Salón Victoria vio estrenar oficialmente a Mary Sánchez el “Caminito de Teror”. Se dio la circunstancia de que, ese año, Néstor ensayó la canción también con el rancho y José Luis Vallejo, con la colaboración del sacerdote terorense Antonio Álvarez al armonio en los preparativos, para el día de la romería, con lo que en 1954 se produjeron dos estrenos del célebre “Caminito…”. Se da la circunstancia de que como Néstor no la había pasado a partitura, don Antonio Álvarez iba sobre la marcha transcribiendo al pentagrama durante los ensayos las notas que Néstor le tarareaba. Y sería precisamente Mary Sánchez quien, a partir de 1953, grabaría en la casa Alhambra estas primeras canciones dedicadas a la Villa y a la Virgen del Pino.

 

 

A fines de los años 50, Herminia Naranjo, nacida en Las Palmas, compositora, poeta, afincada en los veranos terorenses, dio al pueblo canario otras composiciones que forman parte inseparable ya de nuestras parrandas festivas: de ella nacieron “Si conmigo te vienes al Pino”, “Qué bonito es mi Teror” o “Carretera de Teror”. Con el paso de los años vinieron otras muchas como “Noche del Pino”, “Fuente de Teror”, “Fiesta en Teror” o “Virgencita de Teror”. En 1995 el Ayuntamiento, para agradecer en parte esta dedicación, tuvo el honor de nombrarla Hija Adoptiva de la Villa. Herminia Naranjo, que afirma encontrar su más íntima inspiración en la Virgen del Pino, estrenó en las fiestas del pasado año el que dice será su último tema, “Las campanas de Teror”.

 

El músico y compositor Emilio Gómez Muñoz, acompañando a Mary Sánchez en una gira artística por América sobre 1960, compuso, en una noche de nostalgia y recuerdos de la tierra lejana, su canción “Viva la Fiesta Mayor”, que cantada por ella misma o por agrupaciones folclóricas como la Roque Nublo o la San Cristóbal, tardó muy poco en unirse a este incipiente acerbo patrimonial de músicas terorenses que en tan sólo una década llenó nuestras parrandas de tantas muestras de acertadas composiciones festivas.

 

El letrista, profesional radiofónico y folclorista acérrimo Juan Alberto Monzón, con la colaboración en la música de la pianista Celia González, unió a esta lista de canciones terorenses la acertada composición “En la Fuente Agria”. Juan Alberto Monzón cantó también para la Bajada de la Virgen en 1962 la plegaria para voz y piano u órgano “Virgen del Pino” del violinista Agustín Conchs. Monzón afirmaba años más tarde que de la gran riqueza de ritmos y matices que ofrece la música folklórica canaria, los compositores isleños extraen los motivos que les han de servir para crear la modalidad de la canción, que en unos pocos años han ido enriqueciendo el patrimonio musical del pueblo…

 

En los años noventa, y desde la dirección del grupo Los Paperos, el músico terorense Manuel Falcón Rosario también colaboró en el aumento de este patrimonio musical con tres canciones que ya han llegado en la actualidad a un alto nivel de popularidad: “P’al Pino”, “Serenata a los balcones” y “Las calles de mi pueblo”.

 

Asimismo, el compositor agaetense afincado en Teror, Santiago del Rosario, ha compuesto varios temas dedicados a las fiestas de la Patrona, a la que con tanto fervor se las ofrece. Son suyas canciones como “Siona la del Cardonal”, “Para la ofrenda”, “La Bajada”y “Ocho angelitos” (dedicado a los que desde el Trono custodian la Santa Imagen) y que fue estrenada en las pasadas Navidades por el barítono, natural de Teror, Vicente Domínguez. A ellas se unirá este año el último estreno con la interpretación por el coro parroquial en las fiestas de septiembre del tema “Con una caña y sombrero”. Ese mismo coro parroquial grabó en el 2005, con motivo del Centenario de la Coronación Canónica de la Virgen, la canción “Aires de fiesta“, con letra de la directora del coro, la terorense Pilar Domínguez, y música de Francisco Brito. Este año se estrenará “Junto a la Virgen del Pino”, con letra y música de ella misma.

 

No podemos obviar, pese a la corta extensión de este escrito, la participación de La Parranda de Teror o de las bandas de música, fundamentalmente la de la Villa Mariana, en la popularización de éstas y otras muchas piezas, así como a otros compositores como Manuel Martín Pérez con su vals-canción “A Teror de romería”; la teldense Pino Monzón Padrón, autora de una “Plegaria a la Virgen del Pino”; el popular “De tenderete” de Teno a Teror de Elfidio Alonso, o la canción “Playas de Arinaga”, en la que escritor agüimense Orlando Hernández hace un simbólico paralelismo entre el Pino de Arinaga y el de Teror.

 

 

 

 

A esta relación hay que añadir además el excepcional bolero “Virgen del Pino” que el músico cubano Francisco Repilado, conocido como Compay Segundo, estrenó el año 1995 a raíz de su relación con la Villa y sus gentes a través del terorense Peyo Benítez. Este bolero, una diferente pero extraordinaria aportación a nuestras canciones, fue posteriormente grabado por Compay Segundo en su trabajo Duetos con la colaboración del cantante Santiago Auserón.

 

Esta música, unida para siempre a nuestra cultura, pierde un poco el nombre de quien la creo en aras de hacerse popular y cantarse en cada una de las esquinas de la isla con motivo de cualquier parranda. Sirvan estas páginas para recordarla y afirmar, ahora que se acercan muchas jornadas propicias para ellos, con Los Gofiones y Candidito Ortega, que

 

Vivan las canciones de Teror,
viva la alegría,
que en la calle de Correos
me encontré una zapatilla,
zapatilla de charol y el delantal
y el vestido blanco y la pañoleta para el Carnaval.

 

 

Texto publicado en el Programa de las Fiestas del Pino de 2007. La foto de portada en una imagen de autoría alemana de la Fiesta del Pino de los años 40-50 del archivo de la Fedac.

 

 

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