Una treintena de jóvenes, la mayoría estudiantes de arte, acudieron ayer al Taller del Cabildo de Gran Canaria para asistir al proceso de restauración del cuadro San Nicolás de Tolentino. El lienzo, rescatado de la ermita de San Juan Bautista de la capital grancanaria, está siendo restaurado desde hace varios meses por un equipo de técnicas que dirige la especialista Amparo Caballero Casassa y al que el público puede asistir a través de la iniciativa Abierto por Obras.

El cuadro, que está firmada por Juan Pablo Marrero, está pintada con óleo sobre lienzo, responde ornamentalmente al periodo del Barroco, y es la última gran pieza que restaura el Cabildo grancanario de esta ermita capitalina situada en Vegueta. "La obra estaba en un lamentable estado de conservación que implicaba un riesgo serio de pérdida irreversible", señaló Caballero, "se hubiera perdido de no haberse intervenido de manera integral en su tela, soporte y marco de madera tallada y dorada".

Según la especialista, que ha trabajado junto a las restauradoras Regina Callejón y Milagrosa Gómez-Pablo, la anterior restauración llevada a cabo en 2009 por su equipo en el lienzo del Arcángel San Miguel también perteneciente a la misma ermita, "ha facilitado la tarea, ya que perecen ser pareja por sus características pictóricas y artísticas", aclaró.

El equipo de Casassa, que espera a finales de julio concluir la restauración, encontró en la fase de reentelado de la obra una de las más complicadas "debido a la presión que se le aporta a la tela que se somete a un alto grado de humedad". También difícil fue "el desmontaje del bastidor y del marco por la delicada situación de deformación que presentaba la obra", señaló.