El colectivo de mayores de Pinolere quiere dar a conocer, aún más, en estos Carnavales una de las señas de identidad de estas fiestas en este pago de las medianías de La Orotava y que hasta hace unos años había caído en el olvido. Nos referimos a la Isa de la Piñata, que antaño celebraba en las ventas del barrio durante los días previos a la llegada de la Cuaresma. Ésta consistía en decorar con flores naturales, de sirdana, un cesto de madera de castañero del que colgaban cintas de colores alrededor del cual se bailaba una isa acompañada con una parranda con instrumentos de cuerdas.

La Isa de la Piñata se organizaba avanzado el baile, hacia la medianoche cuando más animado estaba el ambiente. Las parejas que participaban bailaban en círculo. Según las iban nombrando el Mandador, generalmente el dueño de la venta, cogían la cinta que colocaban alrededor del cuello la mujer. En unos casos se sorteaba la piñata entre los participantes, y en otros ganaba el premio aquella pareja cuya cinta llevaba escrita en un extremo la palabra piñata.

En su interior se escondían rosquetes, una botella de vino dulce, calcetines, bragas, un conejo o una gallina… Culminaba el baile brindando a todos los participantes en la Isa de la Piñata la pareja ganadora. Si ésta se celebraba el primer domingo de Cuaresma, se le daba el nombre de la Piñata del Diablo.

Una interesante tradición carnavalera de las medianías del Valle de La Orotava, puesta en valor por los auténticos protagonistas de la fiesta, los mayores de Pinolere.