Revista nº 1041
ISSN 1885-6039

El Folklore de Fuerteventura. (y IV) Canciones religiosas.

Domingo, 08 de Enero de 2012
Manuel González Ortega
Publicado en el número 399

Romances, oraciones, canciones de Novenas y otros ejemplos de la lírica popular forman parte del bloque de cultura oral conservada en el ámbito de la religiosidad popular. Pero las manifestaciones más singulares en este campo se producían en torno a los Ranchos de Ánimas y de Pascua, prácticamente desaparecidos.

 

La organización y funciones de los Ranchos de Ánimas era los mismos que sus iguales en otras islas: un grupo de cantadores y tocadores que recababan dinero para celebrar novenas y misas para las ánimas cantando de puerta en puerta temas alusivos al fin que los convocaba, junto a otros relacionados con las virtudes de las familias que los acogían y brindaban en sus casas. El instrumentario, el acostumbrado de esta tradición en las Islas: panderos con sonajas, espadas, instrumentos de cuerda, etc.

 

Era tradición que el Rancho saliese en períodos comprendidos entre los meses de noviembre a marzo. Hasta la década de los años treinta, casi todos los pueblos de la isla tenían sus propios Ranchos, lo que habla del auge y arraigo de esta costumbre entre los majoreros. Y era, sin duda, tradición muy antigua, pues ya en el siglo XVIII existen en parroquias de la isla documentos de cofradías de ánimas que dan cuenta de la actividad de aquellos que, en ocasiones, era amparada por las autoridades eclesiásticas. Sus textos y músicas eran, básicamente, los mismos que los empleados por los Ranchos grancanarios: coplas, corrido y desechas. Los tres géneros eran comúnmente improvisados por el que llamaban cantador de alante, aunque el corrido se utilizaba como canción de camino, mientras se trasladaban de una casa a otra, en tanto que los dos primeros requerían mayor sosiego porque en muchas ocasiones se improvisaban sus letras. Incluimos los dos primeros, con la salvedad de que en esta ocasión las coplas de la Virgen de la Peña son interpretadas con la música de la copla, en vez de lo más común, que era hacerlas con las del corrido. Son estas coplas en versos hexasilábicos quizás las más populares dentro del repertorio de lírica popular de la isla; en ellas se relata la aparición de la imagen de la Virgen de la Peña, Patrona de la isla, en una cueva de la Vega de Río Palmas.

 

Un rincón de Tiscamanita, en Tuineje (Fuerteventura)

 

Desgraciadamente la práctica desaparición, no solo de los Ranchos sino de la mayor parte de los rancheros, no ha permitido calibrar con exactitud el entramado antropológico de esta singular expresión cultural porque, sin duda, la audición de su repertorio nos presenta un mundo sonoro muy distinto al resto del cancionero majorero. Con los ejemplos que hoy conocemos sobre distintos Ranchos, tanto de Pascuas como de Ánimas, se puede afirmar que casi todos ellos, al menos en sus músicas, provienen de un mismo origen. Emparentados con manifestaciones similares enraizadas en el Mediterráneo Occidental, son, junto a los bailes de tambor de las islas occidentales, géneros donde el efecto narcotizante de la música, acentuado por la insistente y brusca emisión vocal de los cantadores y el vigoroso ritmo de los instrumentos, consigue crear un ambiente muy propio de los primitivos cantos fúnebres.

 

En 1984, en compañía de Josep Crivillé, hicimos algunas grabaciones de música de los Ranchos reuniendo a los últimos miembros de los de Tiscamanita y La Antigua (en el pasado era costumbre que los Ranchos de pueblos cercanos se intercambiasen miembros). Aunque su interpretación es deficiente debido a la ancianidad de los informantes, el valor testimonial del documento da probada cuenta del ambiente musical en el que se desarrollaban los mismos. Destaca en esta grabación la presencia de Emiliano Cabrera, último cantador de alante de Fuerteventura, ya fallecido. Los Ranchos majoreros formaron también parte de las celebraciones de la Navidad en la isla: acostumbraban a acompañar las representaciones de pastores y los Autos de Navidad y Reyes que se celebraban en las principales parroquias de la isla o recorrían los altares y nacimientos que se confeccionaban en los hogares majoreros; aunque sabemos que años antes de su desaparición ya no practicaban el repertorio de Pascua que en el pasado tenían, adaptando canciones del repertorio utilizado para la época de ánimas a las representaciones navideñas.

 

 

COPLA

La virgen María
le ha venido a ver
qué mejor visita
puede usted tener

La virgen María...

La mejor visita
que entra en esta casa
pan de buena masa
buena de comer.

La virgen María...

 

COPLA (Coplas de la Virgen de la Peña)

Virgen de la Peña,
reina y soberana,
danos nuestro auxilio
para nuestras almas.

Quisiera, Señora,
que el mundo supiera,
fuiste aparecida
dentro de una cueva
para que de todos
fueras alabada.

Virgen de la Peña....
El Padre San Diego
y el padre Torcaz
vinieron de España
es lo natural
el bueno de San Diego
no dio despedida.

Virgen de La Peña...

 

CORRIDO

Virgen Inmaculada
de la Concepción
la Virgen María la Madre de Dios.
Es madre de todo
el género humano
para un buen cristiano
de su devoción.

Es la virgen pura
de la Concepción
la Virgen María
la Madre de Dios.

Es Madre de todo....

La Virgen María
es Madre de Dios
es la Virgen pura
de la Concepción.

La Virgen María
que hay en el portal
vi yo a un chiquitito
liado en un pañal.

 

 

 

Texto publicado previamente en la separata del disco El folklore de Fuerteventura, editado por el CCPC, con texto de Manuel González Ortega, en 1993.

 

 

Foto de portada: Ranchos de Ánimas de Tiscamanita (Fuerteventura) en una foto de Carlos de Saá para La Provincia

 

 

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