CRISTINA DELGADO | La Guancha
No se trata de una romería cualquiera. La popular Bajada de Las Hayas se celebra al comienzo de las fiestas patronales del municipio norteño de La Guancha, no al final, como en otros lugares y, del mismo modo, no hay carretas, sólo algún carrito artesanal que hacen los propios vecinos.
Es una seña de identidad que no se puede omitir. Junto con la elección de la Reina de la Cosecha y la Papada de Magos al cierre de estos festejos, la Bajada de Las Hayas -que tiene lugar este sábado- es imprescindible para todos los guancheros. “Quien va, repite”, afirma la concejal de fiestas, Nuria Reyes Pérez, la cual añade que esta celebración “se ha ido consolidando con los años”, dado que en la anterior edición asistieron alrededor de 4.000 personas y este año se prevé que el número aumente. Eso sí, “nadie entra en la guagua que ofrece el Ayuntamiento para subir al punto de inicio sin la vestimenta canaria apropiada”, advierte la edil, recalcando que desde el Consistorio se pretende continuar con una tradición que le debe mucho al centro de artesanía del municipio, puesto que con su trabajo ha popularizado el traje típico guanchero”.
Por su parte, el presidente de la comisión de la Bajada de Las Hayas, José Ángel González, explica que han estado “todo un año luchando por esta celebración”, por lo que espera que el Cabildo, por riesgo de incendio, no cambie el recorrido de costumbre, cuyo itinerario comprende desde la Casa de la Pradera hasta la plaza de La Iglesia. Desde la primera edición, hace 15 años, Mercedes Rodríguez Alonso, miembro de la parranda Perenquén Guanchero, no ha dejado de asistir y considera que se ha convertido en “una tradición muy importante para todos los vecinos”. Además de la agrupación mencionada, asistirán a la Bajada de Las Hayas la asociación cultural La Guanchería de Los Realejos, las Danzas de las Flores de Tegueste, así como otras parrandas locales. Durante el recorrido de hoy, se realizarán las tres paradas habituales en este encuentro, donde gracias a la aportación de los vecinos y comercios del municipio, se ofrece comida y bebida a los romeros que bajan al casco de la localidad sosteniendo varas con flores de papel y cintas de tela que realizan con esmero y auténtica dedicación.
Todo preparado para disfrutar de un día diferente y cargado de tradición.