El Pan por Dios en la parte alta del municipio debe su nombre a pequeños panes que realizaban los panaderos de la zona y eran distribuidos de manera gratuita entre sus clientes. Transformada después en la costumbre de que niños y mayores tocaran las puertas de cada casa y fueran obsequiados con huevos duros, frutos secos, los propios panes o vegetales de temporada, la práctica se fue diluyendo con el paso de los años.

Los Santitos por su parte, y al contrario que la tradición de la parte alta, no se han perdido con el tiempo y en la actualidad cuentan con una importante afluencia. Los niños, portando cestas engalanadas, tocan cada timbre pidiendo los santitos y los vecinos, que ya tienen preparados laboriosos obsequios desde la noche anterior, reparten su presente (golosinas, frutas de temporada, frutos secos…).

Este año, y con vistas a hacer de estas costumbres un buque insignia dentro de la cultura de San Juan de la Rambla, se planteó que la Alcaldesa Velázquez recibiera en el Consistorio a la escuela infantil de la parte alta para darles el Pan por Dios y que, por su parte, en Los Santitos” se premiara la cesta mejor engalanada.

Tras este primer contacto, ya se están planeando los actos para el año entrante, en que de una manera más directa se va a trabajar para la recuperación y protección de tan importantes celebraciones.