Revista nº 1040
ISSN 1885-6039

Los murales de José Aguiar, en el Cabildo, declarados Bien de Interés Cultural.

Sábado, 05 de Noviembre de 2011
Redacción BienMeSabe
Publicado en el número 390

Contarán con la categoría de Bien Mueble, tras la aprobación del decreto en Consejo de Gobierno.

 

El Gobierno de Canarias ha aprobado en Consejo el decreto por el que se declaran Bien de Interés Cultural los murales del artista José Aguiar, ubicados en el Salón Noble del Cabildo Insular de Tenerife. Esta gran ý monumental obra plástica, que abarca una superficie de unos doscientos metros cuadrados, representa una serie de escenas que evocan las tareas y costumbres de los antiguos pobladores de Canarias.

 

Los murales fueron terminados en 1960. En ellos, Aguiar impregna la obra de la tradición expresionista, adherida al clasicismo formal, sumándose a la pintura de tipo regionalista. El pintor es ante todo un muralista, en el que convergen el costumbrismo con lo alegórico y heroico, interesándole, más que el paisaje, el hombre que lo habita, recreado con un realismo monumental y una paleta vibrante y luminosa. Además de las decoraciones murales, cultivó también el paisaje y el retrato.

 

Se trata, sin duda, de un caso de obra espeical en Canarias, con una composición tan magistral, con unas dimensiones tan grandes y un contenido tan rico de la historia mítica que desgrana cada escena contada con un gran componente poético. Así se expresa el artista en la representación de escenas que abordan tanto mitos del pueblo aborigen como acontecimientos históricos y contenidos sociales y económicos de las Islas que tienen entre sí una gran unidad de conjunto.

 

José Aguiar (1895-1976) nació en Cuba en el seno de una familia de emigrantes gomeros. Recibió el encargo de decorar el Salón Noble del Cabildo en 1951, obra en la que invirtió nueve años de trabajo. Se trasladó al año de nacer con su familia a Agulo. A los 18 años viajó a Madrid para estudiar Derecho y Filosofía y Letras aunque al final se matriculó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Con posterioridad vivió en Italia, donde quedó impresionado por la pintura renacentista y luego viajó a México, donde recibió gran influencia de los muralistas mexicanos. La obra de José Aguiar se caracteriza por el uso de figuras gigantescas, con una expresión exagerada de los estados de ánimo, tocando temáticas locales en la que se muestran pescadores y campesinos canarios. En sus últimos años se centró en el paisaje, calificado por él de apocalíptico.

 

Sin perder los lazos con Canarias, Madrid se convirtió en su lugar de residencia habitual desde 1924, salvo los paréntesis de sus numerosos viajes y del periodo sevillano cuando en 1933 ganó la plaza de profesor de dibujo en la Escuela de Artes y Oficios de Sevilla, estableciendo definitivamente su estudio en Pozuelo de Alarcón (Madrid) en 1947.

 

Su obra se conserva en colecciones particulares y en numerosas instituciones, entre otras el Museo Municipal de Bellas Artes, Casino y Cabildo Insular de Tenerife, Cabildo Insular de La Gomera, Museo de Arte Moderno de Barcelona, Centro de Arte Reina Sofía, Ministerio de Justicia, Cajas de Ahorros Confederadas y Ayuntamiento de Madrid o en la Basílica de Candelaria en Tenerife.

 

 

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