El consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, José Joaquín Bethencourt, señala que "la denominación de origen supone un impulso para los apicultores de Tenerife en la defensa de la calidad y la personalidad de las mieles de Tenerife, además de una oportunidad para mejorar la promoción y comercialización y, por tanto, de aportar valor a las excelentes mieles producidas en la isla".
Los técnicos de la Casa de la Miel, dependiente del Cabildo, elaboraron en su día el estudio justificativo para esta solicitud de acuerdo con las investigaciones realizadas sobre las mieles de Tenerife en distintos aspectos. Del mismo modo se han tenido en cuenta los análisis practicados a la hora de establecer el control de la marca de garantía existente en la actualidad para la Miel de Tenerife, de la que es titular el Cabildo.
El producto isleño se caracteriza por una gran variedad de colores, sabores y tipo reflejo de la diversidad de ecosistemas y flora de la isla. El pliego de condiciones recoge una serie de exigencias en las distintas fases productivas y define un sistema de control que asegura la calidad y garantiza el origen de las mieles amparadas. También se regulan las características de las mieles multiflorales y de 13 mieles monoflorales de Tenerife, sus especificidades, sus singularidades físico-químicas así como otros requisitos complementarios necesarios para acogerse a la denominación de origen protegida.
José Joaquín Bethencourt recuerda que el Cabildo de Tenerife “viene trabajando tanto en la valorización como en la calidad de las mieles tinerfeñas desde 1996, fecha de creación de la Casa de la Miel, a través de la marca de garantía Miel de Tenerife, bajo la que se han comercializado ingentes cantidades del producto en cada campaña".