Este último monográfico, Bello, el maestro inmortal, está dedicado a Andrés Bello (1781-1865), sin duda uno de los humanistas integrales más significativos de América. Poeta, periodista, escritor, político, reformador de la educación, creador y primer rector de la Universidad de Chile, redactó una gramática de la lengua castellana destinada a los americanos y el Código Civil chileno, una de las piezas cardinales del derecho americano.
Nació en Caracas en 1781, en el seno de una familia de ascendencia canaria. Sus ocho bisabuelos y una abuela emigrados a Venezuela eran originarios del Norte de Tenerife. Su abuelo, Juan Pedro López, fue el más grande pintor colonial venezolano. Estudió en la Real y Pontíficia Univerdad de Caracas y se comprometió con el proceso independentista, formando parte de la primera misión diplomática a Londres. Entre 1810 y 1829 vive en Londres, donde contrae matrimonio con una inglesa. Allí sufre graves penurias económicas y, por un corto periodo de tiempo, desempeña las legaciones diplomáticas de Chile y de la Gran Colombia. Es la época en la que dirige y redacta varias obras maestras del periodismo hispanoamericano, como la Biblioteca Americana o el Repertorio Americano, en los que da a luz algunos de sus grandes poemas. En 1829 se asienta en Chile, donde permanecerá hasta su muerte en 1865. Ese país le concederá la nacionalidad en 1832. Allí, publicará sus principales obras sobre gramática y derecho. Será senador, periodista y artífice del Colegio de Santiago y de la Universidad de Chile.
La excepcional obra de este humanista liberal ha despertado gran interés en el mundo. Su país natal lo inscribió como uno de sus héroes en el Panteón Nacional, al brindarle en él un cenotafio. Asimismo, la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello se ha convertido en uno de los prinicpales centros culturales. América entera y Europa ha glosado su obra, de alcance universal, en un elevado número de investigaciones y simposios. Canarias, la tierra de sus antepasados, también ha testimoniado, con los estudios de sus intelectuales, la proyección de su obra imperecedera.