La confluencia de las corrientes y probablemente la situación de la costa contribuyen a que se origine dicho fenómeno. La playa de El Agujero, por tal motivo, fue un hervidero humano multicultural, dada la diversidad de procedencias de quienes asistieron a competir en tan singular escenario. Banderas de distintas nacionalidades ondeaban a lo largo de la avenida durante la celebración del evento...
Más arriba, por donde era lugar de paso de muchas de las personas que hasta allí asistieron, bien a participar bien a observar las evoluciones que sobre el agua realizaban quienes competían, la mirada también nos entregaba un nuevo espectáculo: el de la Necrópolis de La Guancha. Allí estaba, una vez más con un gran trozo de valla perimetral tirada por acción de la corrosión marina...
Ese yacimiento donde se concreta una parte importante de lo que fue el mundo aborigen, sustrato de lo que es la Gáldar actual, continúa abandonado, sin que sobre el recaiga una mínima muestra de respeto...