La Rama aldeana ayer jueves estaba repleta: parece ser que no se veía tanta gente desde hacía unos cuantos años. Con su recorrido habitual, desde el Almacén de los Picos hasta el monumento dedicado a dicha fiesta, el personal presente disfrutaba del baile con las bandas, como suele ser habitual este día, tras la concurrida Feria de Ganado en la mañana. Ensaladilla rusa, cerveza fresca y todo lo que pudiera aminorar el calor directo en las entrañas, fue degustado por la concurrencia para pasar de buena forma y gratas ganas el primero de los tres días fuertes de esta fiesta significativa de la isla de Gran Canaria.
Hoy, en este mismo mediodía, se saca al Patrón en procesión, un acto religioso y devocional al que la gente del pueblo, grandes pero también no tan grandes, gusta asistir para pedir sus deseos de nuevo año de zafra y de vida en general. Y esta tarde se le hará la Romería-Ofrenda a San Nicolás, con infinidad de carretas ataviadas para la ocasión que pasarán ante el pórtico de la iglesia para después seguir en la Avenida, hasta que el cuerpo aguante, celebrando el timple, la voz, el huevo duro y las sonrisas de todos y todas. Claro que mañana, sábado 11, hay Charco, y habrá que madrugar para coger puesto en El Chozo.
Así que El Charco cae sábado, fin de semana, eso querrá decir que ya desde el pleno mediodía, cuando el baile de El Muelle, las personas se multiplicarán por cuatro y entonces la multitud no dejará lugar al descanso, a la quietud y a la pasividad. La masa de gente andará atenta al volador de las 5 de la tarde, arrente del Charco, bajo El Roque, sobre la ilusión de bautizarse un año más en el agua terrosa que este año rebosará tanto que se verá la fiesta hasta en la orilla del Teide.