El rico manjar de los Altos de Guía se degustó acompañado de un vasito de vino de la tierra y pan bizcochado, en la coqueta Casa del Queso que este domingo, por fin, abrió sus puertas.
A las once y media de la mañana, Montaña Alta estaba tomada por el gentío, con los vecinos del barrio haciendo una piña, para atender a los visitantes.
Milagrosa Moreno tostaba el millo, con su peculiar ayudante, Laura, que cuando tenía dos años se plantó a su lado, y desde entonces ya han pasado cinco ediciones, y no falta a la cita anual.
Luisa Quintana procede de Montaña Alta, pero hace años que vive en el casco de Guía, fue una de las primeras en probar la recién ordeñada leche de oveja con gofio, que dio alas al cuerpo para aguantar la intensa jornada festiva.
Que si un potaje de jaramagos para abrir el vientre. Después un sabroso sancocho con su cervecita. Más tarde llegaron las torrijas con miel, el arroz con leche y el frangollo; y para que todo no fuera excelencia gastronómica, un buen paseo para ver la trilla de caballos, y al tiempo hacer bien la digestión.
En la plaza los grupos folclóricos animaban la mañana, y preparaban el tiempo dedicado a los homenajes.
Para seguir leyendo y ver una amplia galería de fotos, pincha aquí.