La emigración canaria a Venezuela, de gran intensidad durante la época colonial, volvió a desarrollarse de nuevo a raíz de la constitución de la República de Venezuela en 1830. Su primer presidente, José Antonio Páez, la promovió específicamente cuando estaba prohibido emigrar legalmente a las repúblicas hispanoamericanas. En el siglo XIX, los canarios constituyeron más del 90% de los españoles y el 70% de los inmigrantes extranjeros establecidos en Venezuela. Jugaron un papel decisivo en los movimientos políticos y sociales de ese país, como la Guerra Federal, y fueron objeto de contenciosos con España, tanto por los problemas bélicos como por la explotación de la que fueron objeto, o por las pésimas condiciones de su traslado en las navieras. A partir de 1948 se vivió, primeramente, una etapa de migración en buques clandestinos y, posteriormente, de emigración masiva tras la firma de acuerdos migratorios entre Franco y Pérez Jiménez.
La documentación digitalizada nos muestra información de primera mano de la embajada de España en Madrid y de los consulados de Venezuela en Canarias, que es de gran interés para el estudio de tales migraciones desde los años 30 del siglo XIX hasta nuestros días. Esta documentación incluye fenómenos de la vida cotidiana como los abandonos de las mujeres por sus esposos, las expropiaciones de bienes durante las guerras, las travesías o los cónsules y vicecónsules que representaron al país del Orinoco en el Archipiélago.
El otro fondo lo constituyen más de un centenar de fotografías debidas a la maestría y el arte de Trino Garriga, entre las que se encuentran las que fueron galardonadas con premios nacionales y las realizadas a importantes personalidades de fama mundial del deporte o de la sociedad venezolana. El santacrucero Trigo Garriga, tras comenzar a trabajar en el estudio de su padre, Trino Garriga Rodas, emigró a Venezuela, en 1957, a realizar un curso de positivado en color. Pronto empezó a trabajar allí para la más importante cadena periodística venezolana, la cadena Capriles, editora de 16 publicaciones, donde cubre la información del Palacio de Miraflores durante más de ocho años, viajando por muchos países sudamericanos con el presidente de la República, para pasar más tarde a la sección de Deportes. Consiguió durante sus años de trabajo en Venezuela numerosos premios nacionales de Deportes, de Obras Sociales, etc. Está en posesión de la Medalla al Mérito de la Emigración, otorgado por el Gobierno español y la Orden al Mérito en el Trabajo de la República de Venezuela. En 2001 se le concedió el Premio de Canarias de Comunicación.