No hay seguimiento para los ejemplares liberados, no hay control para los gatos asilvestrados. ¿De qué sirvió este plan si ahora se deja el rescate de este lagarto a su suerte? Cinco años sin mover un dedo el Gobierno de Canarias, ni tampoco el Cabildo, que sigue ingresando con las entradas turísticas a las instalaciones del lagartario de Guinea. Secretismo absoluto respecto a las tasas de mortalidad. No hay planes de continuidad y el lagarto no tiene asegurada su supervivencia en absoluto.
Lean el artículo completo publicado en la Revista Quercus nº 288 de febrero de 2010 pinchando aquí.