Fue durante la presentación de la reimpresión de este poemario escrito por Unamuno entre 1924 y 1925 a raíz de su destierro en Fuerteventura -decretado por la dictadura de Primo de Rivera-, acto que tuvo lugar en el Centro Bibliotecario Insular (Puerto del Rosario), y que contó con la presencia también de la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo, Genara Ruiz, y la directora general del Libro, Archivos y Bibliotecas del Gobierno de Canarias, Blanca Quintero, como representantes de las dos entidades que reimprimen por tercera vez la edición elaborada hace una década por el Servicio de Publicaciones del Cabildo.
Según explicó Morera, este libro es tan importante para la isla por varias razones: porque sirvió para cambiar la percepción que existía de Fuerteventura en el exterior, "que hasta entonces era la de una isla que mataba a sus hijos de hambre"; porque introduce por primera vez el concepto de poesía culta en Fuerteventura, "cuando hasta ese momento sólo existía la poesía popular"; por su aportación a la construcción de la biografía del autor, "al tratar sus temáticas a modo de diario"; y porque "ha sido sin duda la obra que más lejos y más alto ha sido capaz de llevar el nombre de Fuerteventura en todo el mundo".
La primera edición del libro vio la luz en París en 1925, publicado por la Editorial Excelsor bajo el título completo de De Fuerteventura a París. Diario íntimo de confinamiento y destierro vertido en sonetos por Miguel de Unamuno. En sus páginas recoge un total de 103 sonetos acompañados de otros apuntes y reflexiones, que sirven para reconocer Fuerteventura "como un símbolo poético que ensalza su flora, su fauna, el paisaje, el mar, el lenguaje de los lugareños, hasta el punto de llegar a nombrar la isla majorera como un oasis en el desierto de la civilización", explica Morera.
La estancia de Unamuno en Fuerteventura fue breve (cinco meses) pero intensa, hasta el punto de llevar al autor a escribir una obra dedicada a su nombre, o a conservar a posteriori la relación con las gentes de Puerto Cabras (hoy Puerto del Rosario), especialmente con Ramón Castañeyra, con quien Unamuno seguiría manteniendo amistad y correspondencia en los años venideros.
El acto concluyó con la lectura de una selección de poemas extraídos de 'De Fuerteventura a París por parte de los alumnos del XII Curso Unamuno en Fuerteventura, en cuyo marco se celebró esta presentación.