Las Palmas de Gran Canaria estrenará un nuevo icono escultórico. El mirador de la playa de La Laja albergará la obra Exordio, el tritón, del canario Manolo González. Su ubicación no es casual; esta obra está llamada a dar la bienvenida y abrir la ciudad a los visitantes y turistas que entran desde el sur.
La escultura es una invocación; y una invitación a ciudadanos y visitantes a la excelencia. No en vano, exordio significa "principio", "introducción", "preámbulo" de una obra literaria con el objeto de excitar la atención y preparar el ánimo de los oyentes. También es el origen y principio de algo.
El autor se ha inspirado en libro de poemas de Tomás Morales Las Rosas de Hércules. En estos versos Morales nos convoca a través de la voz del tritón a la travesía que emprenda la nave (nuestra ciudad); y del buen hacer de todos depende la bonanza del viaje: ¡Tripulantes! ¡La llama/ del entusiasmo prenda vuestras almas bravías!/ La custodia del barco que os entregan, reclama/ la actividad conjunta de vuestras energías.
El discurso del poema de Tomás Morales se conforma en la escultura a partir de tres elementos primordiales procedentes del mar, como “huella” en el aire del salto de éste (el mar) a tierra (evocación de los tres atributos referidos). De ese encuentro entre tierra y mar surge el personaje, a quien aún sus extremidades inferiores recuerdan su naturaleza híbrida-marina, para coronarse en humanidad perfecta, espléndida, en un gesto decidido, que sonando su caracola de identidad nos llama a todos a la acción: ¡Recios trabajadores de la mar! ¡Marineros!/ ¡El Tritón, con su rúbrico caracol, os saluda!