El pasado mes de noviembre, el Cabildo de Gran Canaria, a través de la consejería insular de Cultura, anunciaba una primera fase de actuaciones en la Necrópolis de La Guancha. Esta primera fase de actuación contemplaba la limpieza del yacimiento y la adecuación de paseos interiores.
También estaba prevista la ejecución de una serie de obras para dotar a la Necrópolis, de accesos para personas con movilidad reducida. Además, las obras contemplaban la instalación de un nuevo vallado en el recinto. El proyecto contemplaba también una fase de excavaciones y la restauración y consolidación de las estructuras del yacimiento.
Finalmente, lo único que se ejecutó en parte fue la adecuación de los paseos interiores, con la colocación de una rampa de hierro, que dos meses después presenta un estado inconcluso donde la oxidación del material empleado es una cruda realidad, sobre todo por la cercanía del mar.
Del resto de intervenciones nada más se ha sabido, lo que tampoco es de extrañar si se tiene en cuenta el estado de deterioro que presentan muchos yacimientos arqueológicos de la comarca norte.
Así, hay que destacar el estado del yacimiento de Caserones en La Aldea de San Nicolás, donde las vallas de protección, una vez más, llevan desde el último temporal tiradas en el suelo; o el estado de la cubierta del yacimiento de la Cueva Pintada, “la supuesta Joya de la Corona”, deteriorada en buena parte por los últimos temporales con aberturas por donde se cuelan hasta los gatos.
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