Una explosión de luz, fuego y estruendos acogió anoche la plaza de San Miguel y aledaños la representación del Diablo de San Miguel, con anterioridad función religiosa, procesión de San Miguel al Llanito con recibimiento alegórico con loas, nueva loa en los aledaños de la Plaza, mascarones, corredores de fuegos, prendido de un castillo en silueta (rememorando el que se hacía antiguamente con cujes, ramas y papeles) y el peculiar Diablo de San Miguel.
Este año se ha notado mayor afluencia de curiosos que quisieron compartir con los vecinos del lugar y organizadores esta costumbre ancestral recuperada en 2009.
En el programa del año pasado se detallan los orígenes de este acto. Hace unos 60 años Corina Pérez Martín, fallecida hace un tiempo a muy avanzada edad, tuvo la iniciativa de representar la lucha entre el Bien y el Mal, en los festejos de San Miguel de Breña Alta. Según sus propias palabras: Salió un hombre vestido de diablo, todo vestido de blanco con unos lunares negros, y otras veces era negro con lunares blancos, con unos cuernos, con un rabo (…). Y estaba todo minado y por todos sitios lanzando fuego y bailando al son de la música (…) y cuando estaba en su pleno baile, en su plenitud lanzando fuego, una cruz iluminada, con fuegos que hacen los fogateros (…) el demonio huye de la cruz, huyó, pues no terminó de arrojar fuego que llevaba encima.
Este es el relato descriptivo de un regocijo popular con simbología religiosa, el triunfo del Bien sobre el Mal. Ese primer diablo recuperado en 2009 lo bailó Emilio González, joven vecino del barrio.
Triunfo del Bien (Cruz) sobre el Mal (Diablo)
Procesión del Santo
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Todos las fotos son de María Victoria Hernández.