Revista n.º 1065 / ISSN 1885-6039

Lorenzo Mercadante. Las manos que modelaron la Virgen de Las Nieves.

Martes, 30 de noviembre de 2010
Miguel Ángel Martín Sánchez
Publicado en el n.º 342

Meses antes de la última Bajada Lustral palmera salía a la luz un nuevo estudio que venía a demostrar la posible autoría de la venerada Virgen palmera, seguramente así la más antigua de las imágenes de las Patronas canarias. Parece que la importancia del asunto ha pasado un tanto desapercibida, y por ello ahora ofrecemos un resumen del investigador sobre el tema.

Imagen en blanco y negro de la Virgen de Las Nieves palmera.

 

La imagen de la Virgen de las Nieves, cubierta con vestiduras casi por completo, salvo la cara, ha permanecido oculta a los ojos de los hombres durante siglos, en tanto que múltiples textos a través del tiempo proclaman su importancia y la devoción de los palmeros. Pero ¿cómo es, en verdad, la imagen escultórica de la Virgen de Las Nieves que los paños soterran? ¿De qué materia se hizo? ¿Cómo ha sido conservada hasta hoy? ¿Qué podemos decir sobre el periodo artístico al que pertenece? No parece haber existido nunca esta demanda, ni intelectual ni socialmente, por parte de historiadores y arqueólogos canarios; y habida cuenta de que esta efigie no es cualquier cosa, el hecho se agrava al ser una de las primeras Vírgenes en llegar a nuestras Islas antes de que comenzara la Época Moderna.

 

No obstante, tampoco hubiese sido tarea fácil para los especialistas del arte canario, ya que desde la primera mitad de siglo XVII la escultura se mantiene encerrada bajo la amartelada tramoya de una gran campana textil, sepultada por un cúmulo de oro, perlas y piedras preciosas con que se la «decora» suplementariamente en los días de su onomástica. A través de tales ropajes adquirió desde una visión frontal, casi excluyente, una nueva configuración plástica en forma de triángulo, que finalmente enraizó con abrumadora facilidad en la conciencia devota de la isla. Quizá por ello los guardianes espirituales de su iglesia no desean romper esa visión pregnante de los paños y la riqueza que hace gala, adquirida a lo largo de los últimos siglos.

 

En 1964 —ante un recorrido procesional de la imagen por toda la isla, con el propósito de recabar fondos económicos destinados a las obras en curso del seminario diocesano de La Laguna— se le hicieron al menos cuatro fotos, cuya explicación se encuentra en la necesidad que hubo de cerciorarse sobre su estado y garantizar así cualquier posible deterioro que pudiera producirse durante semejante viaje. Las fotos, como bien cabe suponer, nunca se publicaron pero unas copias que se le habían hecho llegar al profesor Jesús Hernández Perera, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de La Laguna, pasaron, tras su muerte, a un archivo tinerfeño, donde fueron localizadas en 2002. Con ellas acudí a la parca información que había dejado publicada este profesor en 1984: por ser obra de barro cocido, el material en que modelan sus estatuas los escultores flamencos o franceses como Lorenzo Mercadante de Bretaña o Miguel Perrín activos en Sevilla, podría ser sevillana la Virgen de las Nieves, venerada en su santuario de La Palma1.

 

Comparativa entre la imagen de la Virgen de Las Nieves palmera y obras de Mercadante.

Comparativa

 

Con esta anotación, Hernández Perera formulaba una primera hipótesis de su atribución a un taller tardo-gótico situado en el entorno de la Catedral de aquella ciudad andaluza. Comprobamos a continuación que el estilo no se correspondía con el de Perrín, pero al mismo tiempo se podían ver claras semejanzas formales con la producción en terracota de Lorenzo Mercadante de Bretaña, un escultor que vino del norte europeo para trabajar en Sevilla entre 1454-1468.

 

 

Izquierda: Virgen de Las Nieves. Dibujo a lápiz de Sabina Gau. 2008.

Derecha: Santa Rufina. Lorenzo Mercadante, Catedral de Sevilla (Foto: Jesús Pérez Morera)

 

Mi interés, como escultor y profesor de la Facultad de Bellas Artes, por el modelado, y subsidiariamente como natural de La Palma, en la relación presumible entre la obra de Las Nieves y su ignorado artífice, me llevó a fijarme en las piezas en barro cocido que dejó Mercadante en la Catedral hispalense a finales de la Edad Media. Y es que su gran aportación a la escultura se plasma de modo especial en la terracota, en la que se manifiesta maestro y que, directa o indirectamente, deja su impronta en Sevilla. Se sabía que había creado un modelo de Virgen con el Niño, un icono, un prototipo, y que con la ayuda de su taller repitió tantas veces como lo fueron exigiendo sus encargos.

 

 

Natividad (detalle). Lorenzo Mercadante. Catedral de Sevilla (Foto: Carlos León)

 

Es, precisamente, esa relación intuida entre este imaginero medieval, altamente valorado por los especialistas, y la venerada imagen en terracota de la Virgen de Las Nieves la que incentivó una tarea de búsqueda y cotejo a lo largo de varios años, convertida ahora en libro: Lorenzo Mercadante. Estudio de la obra y claves de su huella en la Virgen de las Nieves de la isla canaria de La Palma, publicado en la serie Arte de la colección Asphodel2. Aquí se identifica al autor de la pieza cerámica palmera y se ofrece la primera monografía española sobre este maestro del barro.

 

El trabajo ha visto la luz en la primavera de 20103. Consta de tres partes. La primera brinda un estudio de carácter antropológico que acumula datos importantes para la historia del culto rendido a la Virgen de Las Nieves en la isla palmera. La segunda está dedicada al artista, su origen, escuela de la que deriva y técnicas de las que se sirve. La tercera despliega con minuciosas descripciones el catálogo de sus obras. Aquí aparecen, junto a la escultura palmera, trece terracotas policromadas de imágenes de la Virgen con el Niño, localizadas todas ellas en el sur peninsular y que se ajustan a un modelo único creado por Mercadante.

 

A partir de ahora podemos decir los palmeros, con legítimo orgullo, que Las Nieves, al entrar de pleno derecho en la ruta mercadantiana (Badajoz, Sevilla, Granada, Córdoba, Cádiz y, ahora, Canarias), entra igualmente en el marco escultórico de la historia del arte sacro español, sin menoscabo alguno de la veneración religiosa de la que es objeto.

 

 

Notas

 

1. HERNÁNDEZ PERERA, Jesús: «Arte», en VARIOS AUTORES: Canarias, en la colección Tierras de España. Publicación de la Fundación Juan March, Editorial Noguer, Barcelona, 1984.

2. MARTÍN SÁNCHEZ, Miguel Ángel: El imaginero Lorenzo Mercadante. Estudio de la obra y claves de su huella en la Virgen de las Nieves de la isla canaria de La Palma. Colección Asphodel, núm. 26, La Esperanza, Tenerife, 2009. Consta de 416 páginas, más 35 láminas a color; su tamaño 23"5 x 17 cm; la tirada ha sido de 500 ejemplares y va numerada.

3. El pasado 29 de abril, la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna se honró en presentar este libro con las palabras del medievalista Joaquín Yarza Luaces, catedrático emérito de la Universidad Autónoma de Barcelona, en la sala capitular del antiguo convento dominico de dicha ciudad. Al acto asistieron más de 140 personas.

 

Miguel Ángel Martín Sánchez (La Palma, 1959) obtuvo su licenciatura en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid y el doctorado por la Universidad de La Laguna (Tenerife), donde es en la actualidad, y desde 1983, profesor de Escultura. A su actividad docente se suma una temprana vocación por todo lo que atañe a la iconografía cristiana, hacia la que ha dirigido en todo momento su quehacer artístico. En 1991 publica Miguel, el arcángel de Dios en Canarias. Aspectos socio-culturales y artísticos, libro editado por el Cabildo Insular de Tenerife. Resultado de su trabajo como escultor y reflejo de sus conocimientos sobre imaginería flamenca y barroca en Canarias, especialmente la de su isla natal, son sus exposiciones individuales: O vos omnes qui transitis per viam…, Círculo de Bellas Artes, Santa Cruz de Tenerife (1989); Divino maniquí, Sala de Arte y Cultura de la Caja General de Ahorros de Canarias, La Laguna (1991); El Fracaso de Adán, Centro Cultural de la Caja de Canarias, Las Palmas de Gran Canaria; Kirie Eléison, Museo Municipal de Bellas Artes, Santa Cruz de Tenerife (2002); Timete Deum, Abguss-Samlung Antiker Plastik, Berlín (2003); Kirie Eléison, Museo Municipal de Siegburg, Alemania (2003); Skulpturen im Dom, Catedral de Lübeck, Alemania (2003); Extra Ecclesiam Nulla Sallus, Casa de las Conchas, Salamanca (2005) y Noche de fe, Galería Stunt, La Laguna (2006). Obra suya es el bronce de Águeda, Museo de Escultura de Leganés, Madrid.

 

 

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