La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de Fuerteventura ha finalizado los trabajos de conservación del camarín de la Virgen de Nuestra Señora de Antigua, tras encargarlos a una empresa de restauración que ha ido realizando una intervención que, durante los últimos dos meses, ha permitido recuperar un elemento muy poco común dentro del conjunto artístico de origen religioso que contienen las ermitas e iglesias de la isla.

El camarín, o camerino, se utilizaba antiguamente como habitáculo en el que vestir a la Virgen, especialmente cuando llegaba el momento de sacar la Imagen en procesión o, como ocurre en estos momentos, para lucirla a los pies del retablo cuando se acercan las fiestas patronales.

El camarín de Nuestra Señora de Antigua preside desde lo alto el retablo de la iglesia del mismo nombre, por lo que cuenta con un acceso posterior habilitado desde el segundo piso de la sacristía. La corriente artística de esta pequeña habitación rectangular, rematada en su parte superior por una bóveda enervada y en su punto más alto por una linterna, sería la del barroco chinesco, que contrasta con el estilo barroco, más moderno y anacrónico, del retablo en el que se enmarca.

Según la dirección técnica de la intervención, llevada a cabo desde el Departamento de Patrimonio Histórico del Cabildo, aunque se desconoce su procedencia, posiblemente este camerino llegase a la Iglesia de Antigua a partir de una ermita más primitiva. El hecho de contar con elementos para la iluminación natural del habitáculo, como con la linterna y los espejos situados en la base de la bóveda, apoyan la hipótesis de que este camerino fue concebido para ser ubicado dando al exterior.

En cuanto a los trabajos de restauración realizados, se justifican teniendo en cuenta el avanzado estado de deterioro en que se encontraba esta pieza arquitectónica, que contaba con una importantísima pérdida de policromía de sus elementos ornamentales, una gran cantidad de suciedad acumulada y la presencia de elementos extraños a la propia obra como ceras y piezas metálicas que era necesario retirar.

Los tratamientos para corregir estas patologías consistieron básicamente en la limpieza de la superficie, la consolidación de la capa pictórica, la eliminación de ceras y elementos metálicos, la consolidación del soporte o templete del camerino, la reposición de los volúmenes perdidos en las cornisas, capiteles y columnas, y la reintegración cromática de los dibujos.

El resultado final ha devenido en la recuperación de los bellos elementos ornamentales, de temática floral, y en los que predominan los azules y rojos acompañados de dorados, enmarcados todos ellos en la corriente del barroco chinesco, tan habituales en los retablos de las ermitas e iglesias de Fuerteventura. Estos motivos adornan no sólo las paredes y la bóveda del camarín, sino también la puerta de madera de acceso al mismo, que cuenta con el mismo tipo de ornamentos y que también ha sido restaurada.

Para culminar definitivamente esta actuación, la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo recepcionará próximamente la obra, una vez certifique la validez de los trabajos de restauración, y tiene previsto además acompañar esta actuación de una segunda intervención dirigida a mejorar la iluminación del camerino.