En los últimos años, la elaboración de la miel de palma ha pasado de ser una actividad vinculada al quehacer tradicional familiar gomero, a ser una producción a nivel industrial, si bien los productores siguen usando las técnicas tradicionales con ligeras modificaciones. Básicamente, consiste en limpiar la palma de hojas y espinas hasta dejar descubierto el cogollo o terminal del tallo, en el que se realiza un corte con un formón y se rebaja hasta que salga la savia del guarapo. Este proceso de rebajar una delgada capa del cogollo es conocido como curar la palma y se realiza todos los días por la tarde, recogiéndose el guarapo por la mañana, muy temprano, antes de que empiece a fermentar.
El rendimiento de una palmera varía según la zona y el guarapero que la trabaje, y puede oscilar entre los 10 y los 20 litros diarios durante cinco meses aproximadamente. La época buena de guarapeo es a partir de febrero; los meses de marzo, abril, mayo y junio son los mejores porque es cuando la palmera ha recogido todas las aguas del invierno, luego vienen los calores y es conveniente parar. El ciclo puede repetirse a los 4 ó 5 años (menos de 4 no conviene) y depende de la zona o de los inviernos que haya habido, pues cuanto más agua, más se desar rolla la palmera y antes podrá volver a hacerse guarapera.
El guarapo, una vez recogido muy temprano en la mañana, se filtra y se procede a la cocción del mismo (en las industrias se emplean calderas). Este proceso puede durar de 3 a 6 horas, dependiendo de la cantidad de guarapo, teniendo en cuenta que al romper el hervor sale la espuma con las impurezas, que hay que ir retirando hasta darle el punto, el concentrado de la miel. Se trata de un proceso delicado, porque si se pasa en un par de minutos, se pierde todo el trabajo. Como término medio, se precisan 8 litros de guarapo para obtener 1 de miel de palma.
Además de su uso a nivel familiar, pues era tradición que cada quien en su casa se hiciera una palma guarapera, y antes de empezar a crearse las primeras empresas dedicadas a su explotación, la miel de palma se vendía a restaurantes en garrafones o en botellas a particulares. La industrialización del proceso y un mercado en crecimiento, hizo que se pasara al envasado actual, con todas las garantías sanitarias del producto, y manteniendo la calidad y el carácter artesanal que la obtención de la miel de palma conlleva.
Cualidades alimenticias y medicinales de la miel de palma
La miel de palma ha sido usada con profusión en la medicina popular gomera. No falta casa en donde no haya una botella de la misma, para emplearla ya sea como remedio natural o como alimento.
Es tradicional su uso en las enfermedades de garganta y catarros, haciendo gárgaras o tomándola directamente. Tiene propiedades como regulador de la orina y como medio de evitar su infección. También se usa en erupciones e infecciones bucales. Es un producto que posee efectos refrescantes y se puede usar como reconstituyente y para la limpieza del organismo. Y posee, según el saber popular, buenas cualidades para los malestares intestinales.
Instantáneas del reportaje de Pyrene sobre la cultura de la palma
En cuanto a sus cualidades alimenticias, la miel de palma tiene un porcentaje equilibrado de calorías, y un alto porcentaje de oligoelementos básicos, disponiendo de un grado elevado de cobre, hierro, fósforo, magnesio, potasio, sodio y zinc, elementos todos ellos claves para nuestros organismos. Esto hace que la miel de palma sea un complemento dietético ideal para deportistas y que sea muy utilizada en la alimentación infantil.
Todas estas cualidades alimenticias y culinarias hacen que la miel de palma sea un elemento indispensable en la cocina gomera, una auténtica seña de identidad de la misma, y no sólo de la tradicional, sino también de la que están poniendo en marcha nuevos cocineros, que intentan aunar la tradición con la búsqueda de nuevas texturas y sabores, para crear una nueva cocina genuina de la isla.
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Video sobre la cultura de la palma en BienMeSabe TV.