El Silbo gomero se presenta como candidatura nacional, junto al Tribunal de las Aguas de Valencia y el Consejo de Hombres Buenos de Murcia, mientras que la Dieta Mediterránea participa como una candidatura transnacional, de forma conjunta con Grecia, Italia y Marruecos. Estas candidaturas fueron elegidas por las Comunidades Autónomas en el seno del Consejo de Patrimonio Histórico, órgano de coordinación entre el Estado y las Comunidades Autónomas en su reunión del día 11 de octubre de 2007.
Según informa la propia Unesco, la reunión presidida por Awadh Ali Saleh Al Musabi se celebrará desde el 28 de septiembre al 2 de octubre de 2009.
La Convención del Patrimonio Cultural Inmaterial fue aprobada por la Asamblea General de la UNESCO en el año 2003 y entró en vigor en abril de 2006. La Convención, ratificada ya por 47 países, surgió como instrumento jurídico para contrarrestar las repercusiones adversas de la globalización, especialmente contra las minorías y los pueblos indígenas, y se fundamenta en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Esta Convención puso en marcha la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, que sustituye al antiguo Programa de Obras Maestras de Patrimonio Oral e Inmaterial.
La Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que verá la luz en Abu Dhabi, contendrá elementos culturales propuestos por Estados Partes en la Convención (114), cuya viabilidad corre peligro a pesar de los esfuerzos de las comunidades o grupos que los practican.
Con la inscripción en esta Lista, el Estado se compromete a poner en marcha planes de salvaguardia específicos y podrá beneficiarse de asistencia financiera procedente de un Fondo creado a tal efecto. El Comité examinará 12 candidaturas procedentes de ocho Estados Partes. La Lista Representativa cuenta ya con 90 elementos inscritos tras la incorporación de 90 Obras Maestras proclamadas antes de la entrada en vigor de la Convención, se verá enriquecida, ahora, con nuevos elementos que cumplan con una serie de criterios definidos en las directrices operativas. Entre ellos figura el de contribuir a dar a conocer el patrimonio cultural inmaterial y a que se tome conciencia de su importancia, contar con medidas de salvaguardia que permitan protegerlo y promoverlo, figurar en inventarios nacionales o regionales y haber sido propuesto con la participación más amplia posible de la comunidad que lo practica así como con su consentimiento previo, libre e informado.
Asimismo, el Comité seleccionará los programas, proyectos o actividades de salvaguardia que considere mejor reflejen los principios y objetivos de la Convención. Gracias a este registro de prácticas ejemplares, el Comité espera sensibilizar al público acerca de la importancia del patrimonio inmaterial y su salvaguardia.
El Silbo Gomero.
Su valor excepcional como muestra del genio creador humano, dotado de una gran complejidad técnica y estética al tratarse de un sistema de comunicación para facilitar la supervivencia, así como su condición de expresión de la cultura popular de un territorio, son dos de los pilares sobre los que se sustenta la candidatura.
A ello hay que añadir su valor como producto cultural y como proceso a través del cual se define una cultura: un lenguaje que reproduce otra lengua en convivencia con el idioma castellano, de forma no excluyente ni competitiva. Además, cobra fuerza la capacidad del Silbo para ser transmitido de unas generaciones a otras, lo que le otorga notoriedad como patrimonio inmaterial de la comunidad.
El Silbo Gomero es, asimismo, una parte viva dentro de la actividad social de la comunidad gomera y su uso nunca ha sido impuesto por una élite dominante, sino que deriva de las tradiciones y necesidades de un pueblo. Por ello, su preservación se basa en la protección de los procesos que lo han hecho posible y en el desarrollo de nuevas funciones que permitan la continuidad de su implantación en la sociedad actual.
Las medidas de revitalización del Silbo Gomero tomadas desde la Administración han tenido origen en la demanda social de los habitantes de la isla colombina. La participación del Gobierno de Canarias en su salvaguarda y revalorización está avalada por acciones como la creación de organismos específicos dedicados a su cuidado, como el Comité Técnico del Silbo Gomero, y la elaboración de un marco jurídico adecuado: la Ley que regula la enseñanza del Silbo en la Educación Primaria y Secundaria en La Gomera, única y ejemplar en cuanto a salvaguarda del patrimonio inmaterial.