Revista n.º 1065 / ISSN 1885-6039

La importancia de la yerba pastel en Canarias: Su importación a Inglaterra.

Domingo, 6 de septiembre de 2009
Pedro Nolasco Leal Cruz
Publicado en el n.º 277

La yerba pastel (Isatis tinetorea) es una planta tintórea (como su nombre latino de Linneo indica), que tuvo mucha importancia en Canarias en el siglo XVI. La exportación de esta hierba enriqueció al Archipiélago sobre todo a principios del siglo XVI y, aunque su cultivo continuó durante el mismo y en el siglo XVII su importancia, sin embargo, disminuyó con la llegada del tinte azul del añil Índigo azul.

Yerba pastel.

 

 

Ya Gaspar Frutuoso, el ilustre historiador de la Macaronesia, habla, a mediados del siglo XVI, de ella como algo no muy rentable en Canarias. Véase el texto haciendo referencia a La Galga y Los Galguitos en La Palma: Saliendo de este lugar (La Galga) se entra en otro barranco pequeño, que se llama San Juan, completamente plantado de viña; aquí como en La Galga y en Puntallana hubo mucho pastel, que dejaron de cultivar por tener mucha más salida los vinos y el trigo, y por el hecho de que, los barcos que hacen su travesía a Las Indias, no demandan sino vinos.

 

Dicha hierba es citada por Lebrija (siglo XV) y por Laguna (siglo XVI).

 

El diccionario de Covarrubias (1611) se hace asimismo eco de ella en la entrada gualda. Es en él donde he encontrado la mejor descripción de la planta en castellano. Nos dice Covarrubias en 1611: Yerua conocida. Dixose assi del nombre latino 'Glastum, a glauco colore'. Pastel se dixo "a pistando", porque la dicha yerua gualda, se pista y maja muy bien, estando verde, y della se saca un cumo de que hazen vnas pastas que curan al sol y destas deslien el color pare dar el acul a las lanes.

 

Antiguamente los ingleses se teñían con esta color, quando salían en campaña a pelear, por parecer a sus enemigos más feroces. Hay evidente confusión entre gualda y pastel.

 

Sin embargo, la mayor información sobre ésta nos la ofrece Gaspar Frutuoso, en el capítulo LVII: "Del Pastel que da la isla de San Miguel," del Libro Cuarto de sus Saudades da Terra. Sin embargo Frutuoso no describe la planta. A todas luces porque era algo tan corriente y común en su época que no necesitaba descripción.

 

Hay que tener en cuenta que Saudades da Terra es una obra que abarca y describe, a veces con gran detalle, los cuatro archipiélagos macaronésicos: Azores, Madeira, Canarias y Cabo Verde. Si el autor describe algo en un Archipiélago lo hace extensivo a los otros. Así por ejemplo el plátano está descrito en Cabo Verde, el drago en Canarias, la caña en Madeira y la yerba pastel, como vamos a ver, en Azores. Es decir, hay que considerar toda la obra como una unidad.

 

Véase su descripción por Frutuoso: Es el pastel el cuarto genero de las lechugas, del cual usan los tintoreros para dar color azul, sobre el cual se aplica mejor el color negro; come dice el mismo Plinio -Est quantum genus lactucarum glastum vocant quo infectores anarum utuntur- es cogido en hoja, se muele en los ingenios de los que ya hablé; se pone en un tablero la mesa del mismo hasta el día siguiente, del que escurre zumo, luego ya los productores se ven obligados a convertir la masa en bollos, redondos, del tamaño de lo que puede caber en ambas menos, y, después de hacerla en bollos, éstos se ponen a secar en unos "cañizos" al sol y al viento. Ya seco (el bollo) se guarda en la casa hasta el mes de Enero, Febrero y Marzo, en los cuales lo pesan y lo reciben los mercaderes, que lo ponen en sus trojes enladrillados y pintados; allí lo parten y a cada diez quintales, poco más o menos, le tiran una pipa de agua y lo dejan treinta días para que gane calor, y le den vuelta cada día. Pasados los treinta días, durante cierto tiempo le dan vuelta cada dos días; y luego le da vuelta la máquina de desgranar, que lo desgrana dos días a la semana hasta que se seca. Luego lo venden los del país a los de fuera o a sus propios compatriotas; si no va bien seco se le parte o desgrana más.

 

Creo qua es la mejor descripción del proceso para la confección del pastel que se haya hecho en lengua alguna.

 

Campo con yerba pastel.

 

El resto del capítulo es harto enriquecedor. El escritor micaelense Frutuoso nos informa que la explotación de la planta fue tan importante y rentable que atrajo a la isla de San Miguel gentes de muchas partes, incluso de España, por lo que se procedió a la limpieza y roturación de los muchos terrenos para su cultivo. Dice el autor que la isla con esta planta tiene una mina de oro. Continua refiriéndose a los diezmos que se debe pagar por cultivar la planta. Describe la roturación del terreno, el cultivo del pastel y su transporte desde allí, al igual que desde Canarias, a Inglaterra. Dice el autor: (pastel) que vienen los ingleses a buscar, cargados de ropa (para canjear) y de dinero, pues es caro. Según el la planta procedía de Tolosa en Francia. Finalmente nos dice que el primero que hizo pastel en la isla fue un flamenco llamado Govarte Luis.

 

Para Canarias esta yerba aparece citada asimismo, nada menos, que por los dos grandes historiadores sobre Canarias en el siglo XVI: Leonardo Torriani y Abreu Galindo. El primero refiriéndose a El Hierro nos dice: y bastante yerba pastel que compran los ingleses pare teñir (ha guato assai che gli lnglese comprano per tengere). Abreu Galindo va más allá y nos dice refiriéndose a la población prehispánica gomera: Cuando andaban de guerra, traían atadas unas vendas por las frentes, de junco majado tejido, tenidas de colorado y azul, la cual color daban con un árbol que llaman taxinaste, cuyas raíces son coloradas, y con la yerba que se dice pastel, con que dan color azul a los paños.

 

Nadie se ha preguntado nunca cómo esta yerba pasó de los colonizadores a la población prehispánica gomera. Todo ello, sin embargo, nos da a entender que La Gomera no fue ocupada, en su mayor parte, por las armas, y que hubo convivencia, por separado, entre ambos pueblos: el conquistador y el conquistado, y fue por ello por lo que se explica como esta hierba de origen europeo entró en manos de una población prehispánica. Todavía Vasco Diaz Tanco habla de gomeritas no cristianizados en 1527. A mi juicio, la verdadera historia de la conquista de La Gomera está aún por escribir.

 

Dacio V Darias Padron en su Noticias generales históricas sobre la isla del Hierro, en 1929, nos habla de esta hierba y como, junto con la orchilla, tuvieron gran importancia no sólo en esta isla sino en el resto del Archipiélago.

 

Conviene saber que la yerba pastel, conocida en latín clásico como glastum o vitrum, ya aparece en los antiguos, tanto Julio César como en Plinio, para referirse a los britanos. Véase el primero: En verdad todos los britanos se tiñen con yerba pastel, que les produce un color azulado y con ello tienen un aspecto más horrible en la guerra. Plinio el Viejo por su parte señala: Se llama 'glasto' en La Galia, es semejante al llantén con la que se embadurnaban las esposas y las nueras de los britanos por todo el cuerpo y así marchan desnudas a los sacrificios, imitando el color de los etíopes.


Es decir, los británicos siempre sintieron una apreciación particular por esta planta. Todavía en el siglo XVI, la única nación que verdaderamente pareció interesada en ella fue Inglaterra. Tanto el pastel de Canarias como de Azores se exportaba a Inglaterra como se ha visto.

 

La planta, lamentablemente, llegó a desaparecer completamente de Canarias, sobre ello nos dice ya en 1947, Max Steffen en su artículo "El falso 'guato' de Torriani". Es casi increíble que una planta, aunque cultivada, haya podido desaparecer tan radicalmente del suelo que la alimentó durante tantos decenios... Parece que no queda rastro de esta planta en las islas, por lo menos no va mencionado en las dos obras fundamentales sobre la flora canaria (Webb et Berthelot, y Pitard et Proust).

 

No obstante, queda algo de su paso por las islas. Conviene saber que entre Las Manchas y Todoque, en Los Llanos de Aridane (La Palma), se registra el topónimo El Pastelero, del que deriva el Camino (El) Pastelero, vía que une ambos pagos (a su vera nació y vivió parte de su villa el que escribe este artículo, dicho sea de paso). Este pastelero no es evidentemente un derivado de pastel, en el sentido de 'persona que confecciona pasteles'. Los topónimos proceden del pueblo: la voz pastel (bizcocho) nunca fue corriente en Canarias; siempre se ha preferido dulce a pastel, incluso hoy en día. El Pastelero en La Palma procede del portugués 0 Pasteleiro. Pasteleiro en Azores significa 'terreno donde se cultiva o pastel'. En Azores es un topónimo corriente: 0 Pasteleiro. Conviene saber que el sufijo -ero para designar terreno donde se produce con abundancia una yerba lo tenemos en otros términos en La Palma; se habla, por ejemplo, de relvero (lugar donde crece mucha relva). Cercano al citado El Pastelero existe otro pago conocido como Los Campitos. Dichos campitos podrían ser los terrenos rozados para el cultivo de la planta que tratamos. Asimismo en Gran Canaria existen dos caseríos con el nombre de Pastel.

 

El objetivo de este artículo no ha sido otro que hacer una pequeña exposición de la planta y de su importancia en la economía canaria del siglo XVI y mostrar, como primicia, un ejemplar de la misma (tres tomas), cultivada en San Miguel, en Azores. Las instantáneas fueron enviadas gentilmente, vía Internet, por mi amigo y colega el Dr. Urbano Bettencourt de la Universidad de Azores, un experto en la Macaronesia, al que le estoy muy agradecido. Convendría que el Gobierno de Canarias tuviera más interés en esta planta, para que así la pudiéramos contemplar en jardines y parques. El pastel fue el modus vivendi de muchos canarios y uno de los tintes que utilizó la población prehispánica.

 

 

Escrito publicado en El Baleo Nº 51.
 

 

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