El Cabildo de La Gomera realiza un estudio genético del Lagarto Gigante para optimizar la reproducción de la especie, a través de los trabajos que se llevan a cabo en el Centro Insular en el que se centralizan todos los trabajos de protección tras la localización de los primeros ejemplares de este animal en peligro de extinción.
“Han sido mucho los avances conseguidos desde que comenzamos a trabajar el año 2003, cuando se puso en marcha el Lagartario insular, que está en Valle Gran Rey -explica el presidente de la Institución insular, Casimiro Curbelo-. Sin embargo, es necesario reforzar las acciones y hacer todo cuanto esté a nuestro alcance para asegurar la supervivencia de este animal que es uno de los tesoros naturales que guarda La Gomera y, por tanto, uno de nuestros aliados de desarrollo sostenible”.
Curbelo insiste en la “obligación” de toda la sociedad con la preservación de las especies y el cuidado del ecosistema, y asegura que en este contexto se enmarca la nueva iniciativa del Centro Insular de Reproducción o Lagartario, para la que ya se han tomado muestras de sangre de los animales criados en cautividad y también de los que viven en el entorno natural.
La iniciativa cuenta con el aval de los técnicos y expertos, que se reunieron recientemente en el Cabildo para valorar los trabajos realizados y las perspectivas de futuro del animal. Un encuentro en el que se hizo hincapié en la importancia del análisis genético, con el que será posible determinar cuáles son los mejores cruces, evitar el exceso de parentesco entre animales y conocer cuáles son las enfermedades o parásitos más frecuentes, y cómo combatirlos.
El Lagartario insular reúne actualmente 121 animales, de los que ocho nacieron este año, cuando se pudo contar con el doble de parejas reproductoras de otros ejercicios. No obstante, este aumento no se tradujo en un mayor número de huevos ni de nacimientos, sin que por el momento se tenga certeza de las razones de este desfase, que los biólogos entienden se podrá esclarecer también a través del estudio genético.
Los análisis servirán, además, para programar la suelta de lagartos gigantes y sustituirlos por otros que viven en el Risco de La Mérica, entorno natural de la isla en el que se localizaron los primeros ejemplares, y en el que se ha constatado la existencia de una población importante.
Este enclave es, además, objeto de otra importante acción insular, pues los técnicos y especialistas también abogaron por reforzar los trabajos para eliminar depredadores o especies que perjudiquen la supervivencia del animal. En consecuencia, se planifica una próxima acción para liberar de cabras y ratas el Risco de La Mérica, de modo que se favorezca la proliferación del alimento natural del lagarto y aumente la seguridad en la eclosión de los huevos tras las puestas.