Las primeras manifestaciones festivas en torno a la Fiesta de la Rama se remontan a las promesas que los campesinos de la comarca realizaron a principios del siglo XIX a la Virgen, para ofrecerle ramas de árboles y frutos como rogativa ante la plaga de langosta que estaba acabando con sus cultivos, circunstancia agravada por una epidemia de fiebre amarilla que provocó una alta mortalidad en el municipio. Esta promesa ante tales calamidades, denominada Voto de Vergara, por celebrarse en dicha montaña, quedó recogida en varios textos de diferentes autores, que han contribuido a su registro en la memoria colectiva de la isla.
La Rama de Las Marías es la fiesta de estas características más antigua de Gran Canaria, según documentación y registros históricos. En el siglo XIX también se llamó Fiesta de los Ramos y fijó su celebración, durante el siglo XX, en el tercer domingo de septiembre. Desde los altos de la Montaña se inicia el recorrido con las ofrendas elaboradas a partir de ramas de pino, eucalipto, poleo, incienso e hinojos, además de frutas y verduras que adornan los ramos.