Javier González de Durana, director artístico de TEA, subraya que “el fallecimiento de José María Millares supone la pérdida de un testigo histórico fundamental de la cultura y el humanismo en Canarias, de los cuales además fue brillante y activo protagonista”. Es, por ello, por lo que el centro ha decidido abrir este In memoriam: José María Millares. “TEA es un lugar de encuentro de las artes y por lo tanto es natural que nos dolamos por la pérdida de personajes como él. Éste es un pequeño tributo de homenaje que le rendimos aquí y ahora, porque lo que somos, lo que conocemos y aquello que en buena medida nos alumbra se lo debemos a individuos como Millares; así que en un momento como éste no podemos sino recordarle y hacer que, siquiera mínimamente, otras personas tengan conocimiento de que existió, trabajó, creó e hizo que estas islas fueran un poco mejores”, explica al respecto Javier González de Durana.
El director artístico de TEA recuerda además que la revista Planas de Poesía fue “uno de los primeros esfuerzos culturales que en Canarias trató de recuperar con rigor un espíritu vanguardista”. Sepultada por la Guerra Civil, obligada a su cierre en 1951 por la censura, en esta publicación “la mezcla del dibujo y la poesía constituían las leves ruedas que, a instancias de latentes surrealismo, expresionismo y clasicismo revisado, movían los deseos por escapar de la vulgaridad cultural dominante a finales de los años 40”. José María Millares -recuerda Durana- resultó procesado, no en vano era capaz de escribir versos como estos: que son los campesinos, mis estrellas más claras; / rudos recolectores de la tierra, / libres relámpagos del alba; / que dan su voz al viento, / que luchan por la luz roja del alma / -¡toda la clase obrera sobre la limpia alborada¡-.
Planas de Poesía, que vio la luz por primera vez el 1 de julio de 1949, editaba 200 ejemplares de cada entrega, cada una de las cuales aparecía numerada. El primer volumen de la colección será su libro titulado Liverpool, una rareza en aquel momento poético y que todavía hoy sorprende por su particular vitalidad expresiva. Pero no sólo el talento de los hermanos Millares se asentó y presentó al mundo entre las páginas de esta revista, también fueron muchos los artistas, poetas y escritores que dejaron su impronta en esta publicación a lo largo de sus tres años de existencia. Cabe destacar que fue precisamente en esta revista en la que apareció publicado por primera vez uno de los poemas de Federico García Lorca, "Crucifixión". Estos versos sentidos por el granadino aparecieron en 1950 en Planas de Poesía, años después de la muerte de su autor.
Poeta, compositor, dibujante y pintor José María Millares Sall (Vegueta, Las Palmas de Gran Canaria, 1921) recibió el pasado 30 de mayo el Premio Canarias 2009 de Literatura y recientemente había sido objeto de varios homenajes públicos, con la reedición de su obra Liverpool (60 años después de su primera edición) y una lectura colectiva de intelectuales y escritores de la obra de Millares Sall en la Biblioteca Insular. En la ceremonia del acto de entrega del Premio Canarias habló sobre la creación poética, pensamientos y sentimientos que unió bajo el título Reflexiones.
Millares Sall formó parte de una familia consagrada al arte y las letras. De formación autodidacta, su juventud estuvo marcada por la Guerra Civil y la dictadura franquista, que lo persiguió y encarceló. Junto a sus hermanos Agustín y Manuel, puso en marcha, a finales de los años 40, el proyecto Planas de Poesía -trabajos que ahora se exhiben en TEA- y que revitalizaron la poesía canaria durante la posguerra adelantándose además a la poesía social española de los años 50. En su bibliografía destacan títulos como el nombrado Liverpool (1949), Ronda de luces (1950) o Ritmos alucinantes (1973). Otras obras de Millares Sall son A los cuatro vientos (1946), Manifiesto de Paz (1951), Aire y humo (1966), Hago mía la luz (1977), En las manos del aire (1989), Azotea Marina (1995), Blanca es la sombra del jazmín (1996) o Sillas (1999).