Posteriormente, el Vicario General, Antonio Pérez, presidía en el Santuario la misa. El mismo ha expresado su deseo de que nos sintamos cada uno conjurados desde que, antes de salir el sol del venidero cuatro de Julio, los pitos y tambores rompan el silencio de la noche para realizar la primera Venia a La Gran Señora, hasta llegar, al ocaso del día, alegremente cansados, al templo de La Concepción de la Villa de Valverde para expresarle a Ella, y a cuantos nos acompañan, lo más profundo del alma herreña. Prolonguemos, prosigue El Vicario, esta alegre devoción hasta el primero de agosto por todos los rincones de este terruño querido, para que así, al tornar la imagen a su Santuario, podamos exclamar jubilosos y con la misión bien cumplida: ¡Viva la Virgen, Viva!
La imagen de la Virgen llevaba un traje de color beige con rosas rojas. Los actos religiosos de La Bajada han tenido como lema: Madre, que nunca nos falte tu mirada, en el que se recoge uno de los elementos llamativos de esta imagen cuales son los singulares ojos de la patrona.
Tras la Misa, cuatro pastores, concretamente, Justo Delgado, Manuel Montero, José Brito y Andrés Cabrera, tenían el honor de ser los primeros que porten “el Corso” en el que va la imagen de la Madre Amada de los Reyes hasta la puerta del Santuario. Allí, eran los responsables públicos, los alcaldes, presidente del Cabildo, y directora de la Administración General del Estado, los que asumían este cometido, para trasladar, en silencio y oración, la Sagrada Imagen hasta la conocida como Piedra de los Regidores o del Regidor.
Allí habitualmente se realizan las primeras Loas, como la que pronunciaba Carmen González Hernández. Tras este descanso, los bailarines de Sabinosa acompañaron con sus pitos, tambores y chácaras, esta primera parte del llamado Camino de la Virgen, la siempre dura subida del Cres. A la llegada a La Gorona, se realizaría un nuevo descanso y la imagen era colocada en un específico lugar desde donde se avista el pueblo de Sabinosa.
Sobre las 8.30 se espera que la Patrona llegue a la Cruz de Los Humilladeros, donde se realiza un nuevo descanso y se aprovecha para desayunar, tanto los peregrinos como los bailarines. Posteriormente, en la llamada Raya de Binto el pueblo de Sabinosa “entrega” la imagen al de El Pinar, al que acompaña su Santo Patrón, S. Antonio.
Sobre las 11.45 horas la Madre Amada lleguaba a La Cruz de Los Reyes. Allí se realiza la entrada de los diferentes pueblos con sus santos patronos hasta el Corso de la Virgen, por el siguiente orden: El Golfo, Isora. S. Andrés, El Mocanal-Norte, y Valverde. En ese lugar tiene lugar la llamada Venia General de todos los bailarines de los diferentes grupos de la isla.
Igualmente en la Cruz de Los Reyes, se realizaba una breve oración y se pronuncian algunas loas. Tras las mismas tenía lugar otro de los actos más tradicionales de la Bajada de La Virgen: la Tendida de manteles o paños, es decir, el almuerzo comunitario de todos los que participan en este traslado de la Patrona a la villa capital.
La Comitiva reanudaba su marcha sobre las 14:45 horas, sucediéndose Las Rayas con la consiguiente entrada de los santos patrones de los diversos pueblos y de sus grupos de bailarines y devotos, en el Cepón, la Llanía, la Mareta, la Cruz del Niño, las Cuatro Esquinas y Tejegüete.
Pasadas, las 20:30 horas, era el recibimiento oficial de La Virgen en la zona del Cementerio de la villa capital. Allí, la Corporación Municipal, las Autoridades insulares y autonómicas, además del Clero, estuvieron presentes. El Alcalde de la capital herreña, Agustín Padrón, entregaba a La Imagen el bastón de Mando del municipio.
Al encuentro de la imagen salieron, en ese punto, las imágenes de S. Juan, S. Telmo y S. Lorenzo que ya estaban en el templo de La Concepción. Siguió la Comitiva por los lugares principales de La Villa, acompañada de los peregrinos hasta la Plaza de la parroquia matriz de Valverde.
Antes de poder acceder al templo parroquial, eran los párrocos de la Isla y el Vicario General quienes porten a la Virgen y la sienten en el presbiterio de La Parroquia. La entrada en la iglesia fue, como cada edición, otro de los momentos más emocionantes de esta Bajada.
El saludo a La Virgen, según la costumbre propia de esta fiesta, correspondió realizarlo al antiguo arcipreste. En este caso, fue el sacerdote Antonio Jesús León.
La imagen de la Virgen llevaba un traje de color beige con rosas rojas. Los actos religiosos de La Bajada han tenido como lema: Madre, que nunca nos falte tu mirada, en el que se recoge uno de los elementos llamativos de esta imagen cuales son los singulares ojos de la patrona.
Tras la Misa, cuatro pastores, concretamente, Justo Delgado, Manuel Montero, José Brito y Andrés Cabrera, tenían el honor de ser los primeros que porten “el Corso” en el que va la imagen de la Madre Amada de los Reyes hasta la puerta del Santuario. Allí, eran los responsables públicos, los alcaldes, presidente del Cabildo, y directora de la Administración General del Estado, los que asumían este cometido, para trasladar, en silencio y oración, la Sagrada Imagen hasta la conocida como Piedra de los Regidores o del Regidor.
Allí habitualmente se realizan las primeras Loas, como la que pronunciaba Carmen González Hernández. Tras este descanso, los bailarines de Sabinosa acompañaron con sus pitos, tambores y chácaras, esta primera parte del llamado Camino de la Virgen, la siempre dura subida del Cres. A la llegada a La Gorona, se realizaría un nuevo descanso y la imagen era colocada en un específico lugar desde donde se avista el pueblo de Sabinosa.
Sobre las 8.30 se espera que la Patrona llegue a la Cruz de Los Humilladeros, donde se realiza un nuevo descanso y se aprovecha para desayunar, tanto los peregrinos como los bailarines. Posteriormente, en la llamada Raya de Binto el pueblo de Sabinosa “entrega” la imagen al de El Pinar, al que acompaña su Santo Patrón, S. Antonio.
Sobre las 11.45 horas la Madre Amada lleguaba a La Cruz de Los Reyes. Allí se realiza la entrada de los diferentes pueblos con sus santos patronos hasta el Corso de la Virgen, por el siguiente orden: El Golfo, Isora. S. Andrés, El Mocanal-Norte, y Valverde. En ese lugar tiene lugar la llamada Venia General de todos los bailarines de los diferentes grupos de la isla.
Igualmente en la Cruz de Los Reyes, se realizaba una breve oración y se pronuncian algunas loas. Tras las mismas tenía lugar otro de los actos más tradicionales de la Bajada de La Virgen: la Tendida de manteles o paños, es decir, el almuerzo comunitario de todos los que participan en este traslado de la Patrona a la villa capital.
La Comitiva reanudaba su marcha sobre las 14:45 horas, sucediéndose Las Rayas con la consiguiente entrada de los santos patrones de los diversos pueblos y de sus grupos de bailarines y devotos, en el Cepón, la Llanía, la Mareta, la Cruz del Niño, las Cuatro Esquinas y Tejegüete.
Pasadas, las 20:30 horas, era el recibimiento oficial de La Virgen en la zona del Cementerio de la villa capital. Allí, la Corporación Municipal, las Autoridades insulares y autonómicas, además del Clero, estuvieron presentes. El Alcalde de la capital herreña, Agustín Padrón, entregaba a La Imagen el bastón de Mando del municipio.
Al encuentro de la imagen salieron, en ese punto, las imágenes de S. Juan, S. Telmo y S. Lorenzo que ya estaban en el templo de La Concepción. Siguió la Comitiva por los lugares principales de La Villa, acompañada de los peregrinos hasta la Plaza de la parroquia matriz de Valverde.
Antes de poder acceder al templo parroquial, eran los párrocos de la Isla y el Vicario General quienes porten a la Virgen y la sienten en el presbiterio de La Parroquia. La entrada en la iglesia fue, como cada edición, otro de los momentos más emocionantes de esta Bajada.
El saludo a La Virgen, según la costumbre propia de esta fiesta, correspondió realizarlo al antiguo arcipreste. En este caso, fue el sacerdote Antonio Jesús León.