Revista nº 1037
ISSN 1885-6039

Sigue la recuperación de senderos.

Sábado, 29 de Agosto de 2009
Redacción BienMeSabe
Publicado en el número 276

El objetivo es actuar en todos los caminos que llegan a Betancuria y la Vega de Río Palmas con el objetivo de preparar la peregrinación de las Fiestas de La Peña.

 

La Villa de Betancuria, la Vega de Río Palmas y el entorno de estas dos localidades acogen en estas fechas y durante las próximas dos semanas los trabajos relativos al Proyecto de Recuperación y Mejora de la Red de Senderos de Fuerteventura, redactado por el Cabildo de Fuerteventura e impulsado con la financiación del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.

 

Tras pasar por el municipio de Puerto del Rosario, donde se estuvo trabajando en senderos de las localidades de Tefía y Casillas del Ángel, los trabajos se han trasladado al municipio de Betancuria, donde se acondicionan todos los senderos que utilizarán el próximo mes los miles de peregrinos que participan cada año en las fiestas de la Patrona insular de Fuerteventura, la Virgen de La Peña.

 

El proyecto cuenta con un presupuesto de 2,7 millones de euros destinados a habilitar 255 kilómetros de senderos de toda la Isla, que se concretarán en la delimitación de 15 rutas. 14 de ellas serán de corto recorrido (menos de 50 kilómetros), y una de largo recorrido que cruzará Fuerteventura completamente de norte a sur, conectando siempre en algún punto con alguna de las otras 14 rutas.

 

Guillermo Concepción, vicepresidente y consejero de Seguridad y Emergencias del Cabildo, que visitaba las obras en calidad de presidente accidental, comentó que la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo y su consejera, Natalia Évora, “se han esforzado en elaborar un proyecto que a su finalización pueda convertirse en un nuevo referente turístico para la Isla, ofreciendo una alternativa al turismo de sol y playa a través del conocimiento del territorio insular interior, sus paisajes y los inigualables valores naturales que alberga”.

 

Una parte fundamental del proyecto se centrará en la habilitación de una señalética completa en las 15 rutas previstas, que sea capaz de guiar con precisión a los usuarios a lo largo de los distintos recorridos. La correcta ubicación de esta señalización es un requisito fundamental para poder homologar las rutas como caminos naturales, lo que conllevará su inclusión en las guías nacionales de senderismo. La finalización del proyecto se prevé para finales del presente año.

 

10 trabajadores, 8 operarios y dos capataces, han venido actuando estas fechas en el histórico sendero que conecta los núcleos de Antigua con Betancuria, recorriendo la degollada que separa ambas poblaciones, entre otros caminos que desembocan en el merendero de Castillo de Lara y otras localizaciones.

 

Cabe destacar que los criterios de selección de personal de este proyecto tratan de primar la situación laboral y familiar de los contratados, dando también preferencia a los residentes del municipio en que se encuentre el sendero a rehabilitar. Los ayuntamientos colaboran también en el proyecto como encargados de poner a disposición los terrenos por los que transcurren los senderos.

 

En cuanto a los trabajos concretos a realizar, se centran en delimitar los márgenes de cada sendero, allanar y recuperar su superficie, arreglar las zonas de desagüe, instalando empedrados que eviten el derrumbamiento del sendero en los pasos de la escorrentía, y ubicar finalmente toda la señalética homologada, necesaria para la interpretación de las 15 rutas que se están habilitando.

 

Una de las permisas básicas del proyecto es la de respetar el trazado original de los senderos, en la medida en que lo permitan las titularidades de los terrenos que recorren. Esta propuesta plantea además una repercusión positiva en lo que respecta a la dinamización de los núcleos rurales de la Isla, mejorando de este modo el valor añadido del entorno rural majorero, potenciando el senderismo y el turismo de naturaleza.

 

 


Trabajos.

El plan de recuperación de senderos actúa exclusivamente sobre tramos de titularidad pública ya existentes. En ningún caso se ampliarán senderos o se ocuparán nuevos terrenos, ya que es requisitos imprescindible respetar el trazado original, que oscila entre 0’5 y 1’5 metros de anchura.

 

El trabajo comienza con el allanamiento del recorrido en cada tramo, retirando residuos, escombros y vegetación que haya podido ir acumulándose por falta de uso. A continuación se extiende una capa arenosa compactada para consolidar el firme, siempre recurriendo a materiales de la zona que eviten cualquier tipo de impacto ambiental.

 

El proyecto presta una atención especial a los badenes y cruces de barranquillos y barrancos, donde se ha optado por instalar tramos de calzada empedrados, de forma que evite la posible erosión que las lluvias puedan ocasionar en invierno y faciliten el tránsito de los senderistas. También se establecen medidas de protección como pequeños muretes, en los tramos en los que exista mayor peligrosidad.

 

Tras las obras, se procede a instalar la señalización identificativa, con la numeración de cada sendero, su categoría, continuidad, duración estimada, grado de dificultad y kilómetros recorridos.

 


 

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