A ello hay que añadir su valor como producto cultural y como proceso a través del cual se define una cultura: un lenguaje que reproduce otra lengua en convivencia con el idioma castellano, de forma no excluyente ni competitiva. Además, cobra fuerza la capacidad del Silbo para ser transmitido de unas generaciones a otras, lo que le otorga notoriedad como patrimonio inmaterial de la comunidad.
El Silbo Gomero es, asimismo, una parte viva dentro de la actividad social de la comunidad gomera y su uso nunca ha sido impuesto por una élite dominante, sino que deriva de las tradiciones y necesidades de un pueblo. Por ello, su preservación se basa en la protección de los procesos que lo han hecho posible y en el desarrollo de nuevas funciones que permitan la continuidad de su implantación en la sociedad actual.
Las medidas de revitalización del Silbo Gomero tomadas desde la Administración han tenido origen en la demanda social de los habitantes de la isla colombina. La participación del Gobierno de Canarias en su salvaguarda y revalorización está avalada por acciones como la creación de organismos específicos dedicados a su cuidado, como el Comité Técnico del Silbo Gomero, y la elaboración de un marco jurídico adecuado: la Ley que regula la enseñanza del Silbo en la Educación Primaria y Secundaria en La Gomera, es única y ejemplar en cuanto a salvaguarda del patrimonio inmaterial.
Con estos pasos previos y con la actual carrera de presentación de la candidatura del Silbo Gomero para ser declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad se refuerza el conjunto de medidas encaminadas a lograr el reconocimiento mundial de este lenguaje y a fomentar su estudio y revalorización.