Durante sus Cinco años de estancia en las Islas Canarias en la década de 1880, René Verneau menciona la comunicación con el silbo en El Hierro. Sin embargo, la primera ocasión en la que se escribe algo explícito sobre este fenómeno en la Isla del Meridiano sucede en 1891, cuando el francés Joseph Lajard habla de un lenguaje silbado usado en La Gomera y El Hierro en un artículo llamado “Le langage sifflé des Canaries”, el lenguaje silbado de Canarias, en el Bulletin de la Société d`Anthropologie de Paris, II. Este investigador hizo una simple descripción del fenómeno, sin establecer las diferencias entre ambas Islas y sin profundizar en sus características. No obstante, sus conclusiones no van nada desencaminadas, ya que establece su origen en los primeros pobladores del Archipiélago, comenta que se trata de un lenguaje construido sobre la base de una lengua natural, y que en definitiva consiste en lengua española silbada con una técnica con posibilidades comunicativas muy limitadas. Fue Joseph Lajard el primero en acuñar la correcta denominación del fenómeno como el lenguaje silbado de Canarias.
Amadeo Quintero Padrón, silbador herreño
Más recientemente, en 1991, el profesor Maximiano Trapero comentó (en un breve artículo en el diario La Provincia) que al menos hasta ese entonces la costumbre de silbar pervivía de manera muy residual entre algunos viejos pastores de La Dehesa, zona pastoril comunal en El Hierro. Igual que ya había hecho el citado Joseph Lajard un siglo antes, Trapero observó similitudes entre el silbo en La Gomera y en El Hierro. La existencia de este fenómeno también en la Isla del Meridiano fue registrada igualmente por Robert Ricard en 1932 (“A propos du langage sifflé des Canaries”), por Buenaventura Bonnet y Luis Álvarez Cruz en 1953 (El lenguaje silbado en La Gomera, pp. 19-24 y 35-40), y por la profesora María de la Cruz Jiménez en 1993 (El Hierro y los Bimbaches, pág. 109). Mención especial merece el trabajo El pastoreo en El Hierro. La manada de ovejas (2002. págs. 106, 107), del Dr. Manuel J. Lorenzo Perera, donde habla escuetamente del lenguaje silbado antiguamente usado en El Hierro como instrumento de utilidad de los pastores de la Isla, tanto para comunicarse entre ellos como con los animales.
Nunca antes se había realizado un verdadero estudio del lenguaje silbado en la Isla de El Hierro. Por eso en 2005 decidimos emprender este cometido, más que nada por los datos que se nos habían presentado de manera casual al hablar con algunos mayores de la Isla, y tras haber leído y oído lo que hasta ahora se había pensado: que la comunicación silbada en El Hierro había desaparecido completamente hacía unos cien años. Tras preparación previa iniciamos un periodo de entrevistas y trabajo de campo que abarcó entre 2006 y 2007, recogiendo muchos datos interesantes. Conseguimos encontrar personas que aún se acordaban y podían silbar. Al mismo tiempo, obtuvimos valiosa información de personas de edad muy avanzada (por ejemplo, de don Juan Antonio González Rodríguez, de 103 años, y de doña María Castañeda Brito, de 98, ambos ya fallecidos) que nos hablaron del silbo herreño y sus especificidades.
Antonio Gutiérrez Padilla, silbador herreño
El silbo de la Isla de El Hierro es un lenguaje sustitutivo del hablado, en este caso, del español hablado en la Isla, del que posee su estructura básica. Tiene un sistema fonológico propio, independiente del que está sustituyendo. Está doblemente articulado, lo que quiere decir que existe una primera articulación en palabras (unidades con significado), y una segunda articulación en unidades indivisibles mínimas sonoras, los fonemas, esto es, cada uno de los sonidos diferentes. En otras palabras, posee vocales modificadas por consonantes que a su vez forman palabras dotadas de significado. El silbo herreño es un sistema tonal, ya que el significado de lo silbado varía en función de la altura o tono del sonido emitido. Es similar al silbo gomero en su estructura fonológica, pero posee unos pocos rasgos diferenciados, irrelevantes para la comunicación, que lo identifican claramente. La diferencia entre ambos silbos puede compararse a la que existe entre los estilos de hablar el castellano en El Hierro y en La Gomera. Podemos concluir con certeza que el silbo gomero y el silbo herreño son dos dialectos de un mismo lenguaje. No creemos que el silbo de una isla proceda de la otra, sino más bien que en ambas se dieron los mismos procesos históricos y culturales que permitieron la pervivencia de este fenómeno hasta nuestros días. Puesto que el lenguaje silbado también existió en otras Islas de Canarias (seguro en Tenerife y en Gran Canaria) y que los contactos entre éstas se consideran prácticamente inexistentes en aquellos tiempos, concluimos que los aborígenes canarios habían importado esta técnica de comunicación a distancia desde la cercana costa de África, de donde procedían. Probablemente el lenguaje silbado fue (y, tal vez, es) usado en las regiones montañosas del Atlas.
El hablar con silbos empezó a caer en desuso en El Hierro hace más de 40 años, alrededor de 1965. Desde entonces, siguió perviviendo algo más de tiempo de manera cada vez más residual. Todavía en noviembre de 2006 escuchamos silbar en El Hierro, sin que tuviese que ver con el contexto de nuestra investigación, al tristemente fallecido en abril de 2007 Antonio Gutiérrez Padilla. No obstante, todavía son muchos los que lo recuerdan, y unos pocos aún son capaces de silbar con claridad.
Fidel Padrón González, silbador herreño
Son muchas las características y conclusiones que se pueden extraer de este lenguaje silbado de la menor de las Islas Canarias. Nuestro trabajo de investigación sobre el tema se presentará oficialmente en Valverde el día 17 de noviembre de 2008 editado por el Excmo. Cabildo Insular de El Hierro. Empezamos por un recorrido histórico de lo que se ha escrito sobre esta forma de comunicación, seguido del contenido de las entrevistas y acabando con un análisis fonológico del silbo. Por medio, hacemos comparaciones con el silbo gomero (mejor conservado y estudiado), y proponemos un sistema de aprendizaje y de recuperación de este particular medio de comunicación. Este libro, que contiene un interesante CD, muestra cómo ha sido y es el lenguaje silbado en la Isla de El Hierro.
Para concluir, se adjuntan dos audios con ejemplos de silbo herreño:
1. Fidel Padrón González silba 'David, ven a comer' (descargar).
2. Amadeo Quintero Padrón silba 'Conchi, ábreme la puerta' (descargar).
Bibliografía.
DÍAZ REYES, D. (2008). El lenguaje silbado en la Isla de El Hierro. Excmo. Cabildo Insular de El Hierro. Santa Cruz de Tenerife.
TEJERA GASPAR, A Y NAVARRO MEDEROS, J. F. (2003). “El lenguaje silbado en las culturas aborígenes de las Islas Canarias y su origen norteafricano”. Ponencia presentada en el I Congreso Internacional de Lenguajes Silbados, celebrado en La Gomera del 23 al 25 de abril de 2003.
TRUJILLO CARREÑO, R. (2006). El silbo gomero. Nuevo estudio fonológico. Edición bilingüe español-inglés. Academia Canaria de la Lengua.