Catalogo de gentilicios canarios es la nueva publicación de la Academia Canaria de la Lengua, de la que es autor el terorense Gonzalo Ortega Ojeda, Catedrático de Lengua Española de la Universidad de La Laguna. Es una edición muy bien cuidada, en papel satinado mate de 100 gramos, 282 páginas encuadernadas en tapas duras, con una medida de 17 x 25 centímetros, cuyo precio en las librerías está en 17 euros.

Es la primera obra sobre gentilicios con que cuenta el castellano hablado en Canarias, que tiene detrás una larga investigación, en un terreno hasta ahora inexplorado, habiendo empleando con rigor método preciso, lo que da dado a la luz una obra como esta, que representa una valiosa aportación a la lexicografía y sociología lingüística de nuestras islas.

En una primera parte se contextualiza el uso de los gentilicios regulares y burlescos así como los recogidos en el Diccionario de la Real Academia, para pasar a detallar todo el catálogo, por orden alfabético. El mismo está dividido en tres partes: 1) Introducción; 2) Del gentilicio a la localidad y 3) De la localidad al gentilicio.

En la "Introducción" se expone el modo en que se comportan los gentilicios regulares y burlescos en la modalidad del castellano de Canarias, a la vez que se hacen algunas consideraciones sobre el tratamiento que da el Diccionario de la Real Academia, la que registra pocos gentilicios canarios.

En la sección que titula "Del gentilicio a la localidad", el cuerpo central del trabajo, alfabéticamente se relacionan y explican cada uno de los gentilicios actuales con algunos otros históricos. Y en la parte rotulada como "De la localidad al gentilicio", se enumera por islas, y a su vez por municipios, cada uno de los gentilicios ya estudiados.

El autor recoge en el cuerpo principal aspectos muy curiosos como el de los denominados gentilicios burlescos, muchos de los cuales en otro tiempo lo fueron y ya casi se han regulado. Es el ejemplo de culeto, gentilicio dado a los vecinos de Agaete (Gran Canaria), en los años 40 y 50 del siglo pasado, cuando su equipo de fútbol representativo adopta los colores del Barcelona, el equipo de los hinchas culé. Y así, Gonzalo Ortega rastrea localidad por localidad cada gentilicio con abundantes referencias etnográficas, además de las lingüísticas propias de la naturaleza de esta obra.