En Canarias, hasta los años sesenta del siglo XX, los servicios sanitarios no cubrían todas las necesidades de la población; la mujer daba luz en su casa, casi siempre asistida por una partera local y su madre.
Los problemas se acentuaban cuando un parto se complicaba en las zonas alejadas de los campos. El caso de Carmita Díaz (1894-1993) en La Aldea de San Nicolás es un ejemplo de partera y madre en el mundo rural.
Esta Semblanza ha sido publicada recientemente en el último número de la revista El Pajar. Cuadernos de Etnografía Canaria, en su monográfico número 25, 2008, con el título Mujer e Identidad, y ahora se la ofrecemos también en este medio en su sección Semblanzas. Este es el comienzo, y puedes pinchar en el enlace que le sigue para leerla toda.
Hace 24 años que, por iniciativa popular, en La Aldea de San Nicolás, se le rendía un homenaje popular a Carmita Díaz Suárez por los servicios prestados a la sanidad local. Fue un 9 de enero de 1983 cuando tuvo lugar el evento en el que se descubría una placa conmemorativa en La Plaza y calle que hoy llevan su nombre. En ese contexto, a finales de 1982, tuvimos ocasión para profundizar en su vida, según su propio testimonio oral dado en su casa, junto a su hija Mela, en varias y agradables charlas. Producto de esos encuentros, elaboramos una pequeña semblanza que, a modo de reportaje, fue publicado en Canarias 7, cuando colaborábamos con este medio como corresponsal del municipio. Posteriormente, el 8 de marzo de 1999, seis años después de su fallecimiento, elaboramos una semblanza más amplia, que presentamos en el acto celebrado en el Centro Municipal de Cultura, en el Día de la Mujer Trabajadora, en base al testimonio oral facilitado por su hija Mela, hoy fallecida. Ahora volvemos a recomponer los contenidos, desde una visión más amplia y social, más contextualizada en el tiempo y en la historia local, en un momento en que cronológicamente nos distanciamos más de ella y, ahora, son muchas las personas de este pueblo que no la conocieron; pero sí se la recuerda, por sus valores humanos y servicios prestados al bien común, sobre todo como partera, en el monolito de su plazoleta, donde piedra y placa de mármol evocan la silueta de anciana en eterno luto saludándonos con cadenciosa, fina y amable voz.
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Los problemas se acentuaban cuando un parto se complicaba en las zonas alejadas de los campos. El caso de Carmita Díaz (1894-1993) en La Aldea de San Nicolás es un ejemplo de partera y madre en el mundo rural.
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Hace 24 años que, por iniciativa popular, en La Aldea de San Nicolás, se le rendía un homenaje popular a Carmita Díaz Suárez por los servicios prestados a la sanidad local. Fue un 9 de enero de 1983 cuando tuvo lugar el evento en el que se descubría una placa conmemorativa en La Plaza y calle que hoy llevan su nombre. En ese contexto, a finales de 1982, tuvimos ocasión para profundizar en su vida, según su propio testimonio oral dado en su casa, junto a su hija Mela, en varias y agradables charlas. Producto de esos encuentros, elaboramos una pequeña semblanza que, a modo de reportaje, fue publicado en Canarias 7, cuando colaborábamos con este medio como corresponsal del municipio. Posteriormente, el 8 de marzo de 1999, seis años después de su fallecimiento, elaboramos una semblanza más amplia, que presentamos en el acto celebrado en el Centro Municipal de Cultura, en el Día de la Mujer Trabajadora, en base al testimonio oral facilitado por su hija Mela, hoy fallecida. Ahora volvemos a recomponer los contenidos, desde una visión más amplia y social, más contextualizada en el tiempo y en la historia local, en un momento en que cronológicamente nos distanciamos más de ella y, ahora, son muchas las personas de este pueblo que no la conocieron; pero sí se la recuerda, por sus valores humanos y servicios prestados al bien común, sobre todo como partera, en el monolito de su plazoleta, donde piedra y placa de mármol evocan la silueta de anciana en eterno luto saludándonos con cadenciosa, fina y amable voz.
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