A finales de abril de 1930 una joven de 21 años fue asesinada por su propia familia en el transcurso de una sesión de espiritismo. Fue un caso espeluznante que quedó registrado para siempre en la historia de las islas.
Esta trama arranca a comienzos del siglo XVI. Tras ser acusado de desfalco, el judío Pieter Van der Walle huye de Flandes y se establece en Gran Canaria, donde consigue una buena posición económica gracias a sus ingenios azucareros. La última generación de su familia se ve envuelta en la influencia de Juan Camacho, un emigrante que regresa de Cuba con sus prácticas de espiritismo y santería.
Luis León Barreto parte en su novela de un documento, de un hecho real. La conciencia del escritor de que este hecho nunca debió de haber sucedido, le lleva a ahondar en él, sobre sus raíces, significaciones, sobre sus dimensiones presentes y futuras. Y el documento se expande en alegoría y se convierte en mito, opina Yolanda Arencibia, catedrática de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. "Estamos ante una obra cuya efectiva andadura la ha convertido en un referente textual obligado, un clásico de la literatura de Canarias", ha escrito Osvaldo Rodríguez, Catedrático en la misma Universidad.
Esta traducción se ha hecho sobre la sexta edición en español de esta magnífica obra, revisada por el autor, y ha sido realizada por Heather Adams y Víctor M. González Ruiz. Con este nuevo trabajo León Barreto alivia la carga historicista y la aportación documental que hacían fatigosa la lectura de ciertos capítulos, conservando su riqueza barroquizante y ganando en claridad. Con ello, no se pierde la urdimbre narrativa, ni su tiempo circular, ni su acción que entra y sale de las Islas.
Para León Barreto: Con estos pequeños retoques, ojalá que ésta siga siendo una obra válida para ilustrar acerca de la condición humana del insular, acaso marcada por una cierta conciencia de desamparo.
En palabras de Osvaldo Rodríguez, autor del prólogo: Estamos ante una obra cuya silenciosa pero efectiva andadura la ha convertido en un referente textual obligado (...). No caben frente a ella, por lo tanto, ni desconocimientos, ni olvidos, sobre todo porque su autor, lejos de buscar cenáculos difusores -locales o nacionales- ha dejado que su obra transite el natural camino de la lectura hasta convertirse, por sí sola, en un texto que sin duda prestigia a la literatura del Archipiélago.
THE SPIRITISTS OF TELDE está distribuido en todas las librerías del Archipiélago, pudiendo solicitarlo en caso de no encontrarlo en su municipio llamando a los teléfonos del CCPC: 922 82 78 00/ 82 20 00 ó 928 39 00 80 o en el correo electrónico: centrodelacultura@centrodelacultura.com
El autor.
LUIS LEÓN BARRETO nació en Los Llanos de Aridane, La Palma, el 29 de agosto de 1949. Su obra más conocida, Las espiritistas de Telde, ha merecido una amplia difusión y ha generado el
reconocimiento de la crítica desde que en enero de 1981 obtuviera el XVI Premio de Novela Blasco Ibáñez en Valencia. Era la primera vez que un narrador insular obtenía tal reconocimiento fuera de Canarias.
Licenciado en periodismo, ha sido redactor de La Actualidad Española, en Madrid; redactor-jefe de Diario de Las Palmas; subdirector de La Provincia; jefe de Prensa del Cabildo de Gran Canaria y director del Club Prensa Canaria.
Hasta ahora ha publicado Crónica de todos nosotros, poesía, Premio Julio Tovar 1970; Ulrike tiene una cita a las 8, novela, Premio Benito Pérez Galdós 1975; Memorial de A.D., novela; La infinita guerra, novela; El Mar de la Fortuna, relatos; Los días del paraíso, novela; El Time y la prensa canaria del siglo XIX, ensayo; No me mates vida mía, novela; La Casa de los Picos, novela; El velero Libertad, novela; ¡Mamá, yo quiero un piercing!, cuentos; El crimen del contenedor, novela; Los enanos danzones, cuentos para niños. Figura en numerosas antologías, entre ellas Cien años de cuentos (1898-1998), Antología del cuento español en castellano, de José María Merino, Editorial Alfaguara, Madrid, 1998, y en Kanarska kratka prica, publicada en Croacia. Sobre su obra han aparecido diversos ensayos.
Posee numerosos galardones periodísticos, entre ellos el Víctor Zurita y el Leoncio Rodríguez, de los periódicos tinerfeños La Tarde y El Día, respectivamente, así como el León y Castillo de Telde. Tras un periodo de cinco años en Madrid regresó a las Islas. Actualmente es vicepresidente 2º de la Asociación Canaria de Escritores y colabora en prensa.