Como nos enseñan muy diversos y cualificados estudios, publicaciones y autores, si de verdad, de una forma real y efectiva, queremos acabar con esta inmoralidad e injusticia de la desigualdad del hambre, la miseria y el empobrecimiento del mundo, que provoca el drama de la inmigración, y no seguir poniendo parches y paños calientes que perpetúan y aumentan este verdadero genocidio, es muy urgente, imprescindible y esencial que Canarias y el resto de pueblos, países, y gobiernos establezcamos, de una vez por todas, las siguientes medidas y actuaciones:
- Una política de comercio local y mundial o global, justo y solidario, donde acabemos con las condiciones y precios injustos, que se les imponen y soportan los trabajadores y los productos o bienes de los países empobrecidos. En este sentido, debemos erradicar también el llamado dumping, con las subvenciones y subsidios a los productos de los países enriquecidos, que arruina o hunde los precios de los más pobres; y acabar con las barreras y aranceles comerciales, que impiden que los pueblos empobrecidos del sur puedan vender y exportar sus productos.
- Unido a lo anterior, una política laboral regional y mundial justa, donde existan unos salarios y condiciones de trabajo dignas, erradicándose el llamado “trabajo” infantil, que es, en realidad, verdadera explotación y esclavitud de la infancia y de sus derechos.
- Una política financiera y bancaria justa, a nivel local y global, donde terminemos con la especulación financiera de los capitales, de la bolsa, acciones, monedas, divisas…, que arruina economías y países, y hagamos desaparecer los créditos e intereses usureros y especulativos, que han generado la denominada deuda externa (eterna), que sufren estos países empobrecidos; deuda que se tiene que cancelar definitivamente y de una vez por todas, restituyéndoles todos estos recursos y bienes expoliados especulativa-financieramente, ya que bien mirado somos nosotros, en realidad, los que les debemos a ellos. El beneficio, ganancia o salario justo tiene que ser fruto del trabajo y de la actividad humana y socio-laboral, y no de esta economía de casino y su especulación financiera, bursátil y accionaral. Las finanzas e inversiones deben, así, promocionar la economía real, el empleo y el desarrollo integral de los pueblos.
- Una política fiscal o una hacienda, regional y mundial, como mecanismo de seguridad humana y social, donde mediante una contribución o recaudación de la renta global y planetaria, re-distribuyamos esta renta, ingresos, bienes y recursos, de forma justa y equitativa entre todos los habitantes del planeta, desde la óptica de los empobrecidos.
- Una política social, local y global, donde aseguremos a todos los seres humanos sus servicios y derechos: alimentación, agua, educación y cultura, tierras, sanidad y medicamentos, vivienda, infraestructuras y equipamiento, trabajo y empleo digno, seguridad social, pensiones y servicios sociales de todo tipo, etc. En esta línea, debemos eliminar las patentes, registros o tipos de propiedad, que impidan acceder a todos los seres humanos a estos servicios públicos y derechos humanos-sociales.
- Una política ecológica y de paz o de desarme, en Canarias y en el resto del mundo, que promocione un desarrollo sostenible y de convivencia entre los pueblos; poniendo fin, de esta manera, a toda contaminación, depredación y destrucción ecológica o ambiental del planeta, y a la industria o carrera bélica y de armamentos.
Canarias, al igual que el resto de los pueblos y países o naciones, se juega en ello su verdadera conciencia e identidad, que no es otra, como nos enseñara el maestro M. Alemán, que ser un pueblo ético y moral: un pueblo que desde su orígenes, cosmovisión, cultura, costumbres, tradiciones… se abriera, al mismo tiempo (a la misma vez), a los otros, al resto de pueblos, culturas, países, etc., en la búsqueda y lucha por una fraternidad, vida, solidaridad y justicia universal o mundial. El maestro Alemán nos mostró que uno va encontrando su conciencia e identidad como persona y pueblo, como canario y ser humano, en la medida en que (a su vez) nos lanzamos y trascendemos, en apertura dinámica y proyectiva, hacia el otro y los otros, hacia esa prosecución de la diversidad, fraternización e igualdad universal: que de esta forma, vamos siendo (dinámicamente) y realizándonos, como canarios y personas, contra toda tendencia o realidad de poder y tener, que empobrece, oprime y excluye a los otros y a lo Otro.
Diplomado en Trabajo Social (ULPGC), Experto en Intervención Social Integral (ESSSCAN), ha cursado estudios de licenciatura en Filosofía y Antropología (ISTIC, UNED). Actualmente está doctorándose en Ciencias Sociales en la ULPGC.