El Visitador Eclesiástico Licenciado Don Juan Pinto de Guisla asegura que durante su visita a la ermita de San Antonio Abad el 24 de agosto de 1680 encontró ciertas noticias sobre ella en un Libro de Cuentas del mayordomo de la ermita, al que le faltaban algunas páginas, y que se hallaba en poder de un escribano de Santa Cruz de La Palma. Al principio fue una humilde ermita situada en el Camino Real calculando su antigüedad en torno, como mínimo, al año 1522 ya que el 16 de enero del citado año el Licenciado Calderón, nombrado visitador por el obispo Don Juan de Salamanca, autorizaba cuentas de su mayordomía. En 1552 visitó la ermita el obispo de Marruecos, Sancho Trujillo, nombrado visitador de estas islas por el obispo de Canarias fray Francisco de Cerdá.
El mismo Visitador relata una curiosa historia; Parece que la ermita estuvo muchos años cubierta de tablas, sin tejas y sin encalar, hasta que unos vecinos de Fuencaliente, en una refriega con unos moros que habían saltado a tierra, “…cogieron uno vivo, después de dar muerte á otros, y habiéndolo vendido aplicaron su valor á aderezar la ermita, lo que verificaron, cubriéndola de tejado, encalándola, retocando también la imagen del Santo Patrón”. En los libros de cuentas pertenecientes al archivo parroquial de Mazo hay una nota que dice: “…aún existe en la Ciudad una familia oriunda de Fuencaliente que lleva el apellido o apodo de Matamoros, por haberse distinguido en las peleas con esos bárbaros”. También Viera y Clavijo en sus “Noticias” afirma que “…ha habido en Foncaliente, lugar de la isla de la Palma, cierta familia llamada de los Mata-Moros, descendiente de una mujer muy varonil. Porque, habiendo entrado los moros por aquel paraje, se puso detrás de una puerta, con una especie de chuzo, fue haciendo pedazos a cuantos invadieron la casa”.
En 1579 aparecen varios documentos referidos a la ermita de San Antonio Abad, lo mismo que en años sucesivos, relativos a limosnas, donaciones, inventarios, etcétera, de la administración del templo.
En 1589 el obispo de Canarias, Fernando Suares de Figueroa, “…no pudiendo visitar la ermita de San Antonio por estar lejos de la ciudad y en parte remota mando al mayordomo de ésta, Pedro Sierres, venir a la ciudad a dar cuenta de los gastos de la dicha ermita”.
En 1603 el mayordomo indica un dato de interés al apuntar que se han pagado 350 reales a los albañiles que hicieron los lienzos de pared, que antes eran de tablas, lo que no debe de extrañarnos, pues las primeras edificaciones del archipiélago fueron cabañas de mampuesto, madera y paja. En esa misma fecha cobran los carpinteros el importe de su trabajo por cubrir la ermita, arreglo del altar, así como encalarla. Hacia 1625 se fabricó el arco de la puerta.
En 1639 La ermita estaba en obras de reedificación y es esa misma época se escuchó por primera vez el tañido de una campana, donada por el maestre de campo Don Juan de Sotomayor Topete, que fue colocada en el campanario que se arruino por los temblores sísmicos del volcán de Fuencaliente (San Antonio) de 1677. En 1706 se coloca el suelo de tablas de madera de tea, o sollado, habitual en los templos de aquella época.
Entre 1730 y 1734 se realizaron nuevas obras de reedificación, interviniendo los maestros pedreros Domingo Crespo, José de los Santos Marta, Pedro Alonso, Juan Rodríguez Marta y Luis de Fuentes, respectivamente, así como el carpintero Manuel Gómez. Esta obra se prolongó hasta el año de 1745.
Tiene la parroquia de San Antonio Abad una airosa espadaña de cantería que se terminó de fabricar el año 1866, en virtud del testamento que otorgó Don Antonio de Paz Camacho, natural de dicho pueblo de Fuencaliente, ante Antonio de Monteverde el 24 de octubre de 1864 en el que dejó un legado de 1.000 pesos (3750 ptas) para esta obra y sí sobraba alguna cosa se invirtiere en otras necesidades de la Parroquia. La colaboración vecinal fue decisiva en la construcción del campanario, y así podemos leer en las actas municipales del 18 de agosto de 1841 “…se acordó arreglar en esta semana las listas de los que tienen yuntas para la semana entrante traer la piedra para el campanario que se esta fabricando en esta parroquia, según así lo ha solicitado el mayordomo de fábrica”. Manuel García y Vicente Hernández Cabrera, hijos de Fuencaliente residentes en Cuba, donaron “…Las dos hermosas campanas, clasificadas de las mejores de la isla por su firmeza y buen sonido” (El Time 19-08-1867) que fueron colocadas el 18 de agosto de 1867 previa su consagración por la Hermandad del Santísimo. Pedro J. de las Casas Pestana dice que en 1894 la parroquia de San Antonio Abad “…Es pequeña, de una sola nave y fue construida en 1574 y erigida en parroquia en 1832, no teniendo anexa ermita alguna. Esta parroquia se encuentra a la altura de setecientos metros sobre el nivel del mar y su curato es de entrada. Mide 27 metros de largo, 8 de ancho y su superficie ocupa 216 metros cuadrados”.
En 1.901 la parroquia fue objeto de una ampliación, sin perder por ello su carácter de humilde. Para ello se constituyó una Junta Patriótica, presidida por el señor alcalde Don José A. Rodríguez Barreto, con la finalidad de recabar fondos para las obras del templo y plaza pública. El pueblo fuencalentero respondió con generosidad, a pesar de sus limitados recursos, y la obra pudo ser inaugurada el miércoles 10 de febrero de 1904. En la ceremonia oficio el arcipreste de la Palma, Rvdo. Don José Puig y Codina, y predico el cura párroco de la villa de Breña Alta, Rvdo. Don Elías Pérez Hernández, concurriendo la corporación municipal en pleno presidida por su alcalde, Don Antonio de Paz Armas. En esta ampliación se elevo las paredes del templo hasta su altura actual. Se aumentó la longitud del mismo desde la actual puerta principal hasta el coro. Se cambio la puerta principal desde el lado oeste hacia la lateral actual. También ahora son sustituidos en esta fachada los vanos. El sollado de madera es sustituido por losetas hidráulicas. Probablemente de esta reforma sea también el techo de cáñamo encalado que en Canarias no se utiliza sino después de XVII, según Maria del Carmen Fraga, prefiriéndose el empleo de armaduras mudéjares.
El 18 de agosto de 1826 los vecinos de Fuencaliente solicitaron, por primera vez, a la autoridad eclesiástica que esta ermita fuese erigida en parroquia debido a los trastornos que les ocasionaba el tener que acudir a la parroquial de Mazo para bautizos, defunciones, etc. En 1831 tres vecinos de Fuencaliente, Antonio Hernández Cabrera, segundo diputado del lugar de Mazo, José Hermenegildo Hernández y José de Paz Camacho se dirigieron al señor obispo, Don Luis Folgueras y Sión, pidiéndole la segregación de la parroquia de Mazo. En diciembre del mismo año, el obispo manifestó al pueblo de Fuencaliente su disposición favorable a la creación de la parroquia siempre y cuando “…a la mayor brevedad otorguen los instrumentos correspondientes para la dotación y subsistencia de la parroquia que se trata de establecer, según y conforme lo han prometido, poniendo en poder de la persona que les parezca el dinero para los ornamentos y vasos sagrados que les faltan, con todo lo demás”. Del cumplimiento de lo dispuesto por el señor obispo se encargó el beneficiado de la parroquia de El Salvador, Don Antonio del Castillo Gómez, en su visita al pago de Fuencaliente en abril de 1832 donde comprobó “…la ratificación de sus promesas que ofrecieron poner en ejecución por medio de instrumentos públicos que asegurasen la subsistencia de la deseada parroquia, por que con tanto anhelo han suspirado”. Finalmente, el 24 de julio de 1832, encontrándose el obispo Folgueras y Sión de visita pastoral en La Palma, se resolvió definitivamente el auto de creación de la Parroquia de San Antonio Abad de Fuencaliente, “…Y a consecuencia de la erección que va hecha, el día veinte y nueve del corriente Dominica Séptima por Pentecostés el Venerable Cura que interinamente nombraremos para la dicha parroquia de San Antonio Abad de Fuencaliente – Rvdo. Don Antonio Silva y Arturo, fue su primer párroco- dejará colocado en ella el Santísimo Sacramento solemnizándose la función con Misa Cantada procesión en que se saque expuesta la Majestad”.
La Iglesia Parroquial de San Antonio Abad es una construcción de un solo cuerpo de 22.65 m de largo y 6.65 m de ancho con cubierta a dos aguas, siendo ligeramente mayor en altura la parte correspondiente al presbiterio y antepresbiterio, con forma rectangular y que mide 10 m de longitud por 6.65 m de ancho, que el resto de la nave.
En el exterior presenta como elemento particular un contrafuerte para contrarrestar los empujes exteriores del arco toral con el que se corresponde. Llama la atención en este edificio la peculiar ubicación de su campanario en la cabecera del templo al igual que en la parroquia de San Blas de Mazo de quien dependía originariamente, según ya quedo visto. Pero lo más llamativo es el modo de concluir la fachada que da hacia el oeste en la que en su parte alta central se abre un vano de excesiva altura con respecto a su anchura terminado en medio punto y precedido de un balcón que se le ve mucho más antiguo que el vano y cuya tipología no se corresponde con la del hueco abierto, por lo que nos hace pensar que podría tratarse del antiguo balcón que antes de la reforma de principios de siglo se encontraría rematando la primitiva entrada a este templo, es decir por los pies y siguiendo una tipología que es tradicional en la isla de La Palma y que consiste en situar en un mismo eje el balcón, la puerta y la espadaña, si bien esta última faltaba desde un principio en dicho eje. En la citada reforma suponemos que se querría dejar constancia de este balcón o quizás simplemente se pensó en aprovecharlo, dada la escasez de medios, para la nueva edificación, quedando de este modo como testigo involuntario del pasado.
Por documentos gráficos de la época se costata también que la entrada al templo, antes de la reforma del presente siglo, era por su parte oeste, así como el cambio de tipología en las ventanas en la fachada lateral, y también el aumento de volumetría del edificio. Del mismo modo se puede observar cómo surge ahora la puerta lateral cuyas dovelas están ejecutadas en cemento, mientras que las dovelas del arco primitivo, realizadas en piedra molinera son llevadas hacia un nuevo hueco que se abre en la fachada que da al norte según información facilitada por el Rvdo D Marino Sicilia González, párroco entre 1950-59. Este hecho podría deberse al valor superior concedido al cemento como elemento nuevo en detrimento de la piedra que suponía lo viejo. Quedan así las dos entradas situadas en las fachadas laterales del templo, al modo de la parroquial de San Andrés, o también otra más cercana en la distancia y de mayor raigambre para ser imitada como es la Parroquia Matriz de El Salvador de Santa Cruz de la Palma.
En el interior nos encontramos con un pavimento de losetas hidráulicas, colocado como sustitución del anterior sollado, del que aún hoy queda como testigo una pequeña muestra colocada en la nueva dependencia central del sotocoro, a los pies del templo, que se corresponde con la última ampliación del inmueble y que sin justificación aparente se sitúa a mayor altura, con escalinata de acceso, que el resto de la nave. En ella se ubican a un lado el Baptisterio, la referida dependencia central, y en el otro extremo el habitáculo con la escalinata que da acceso al coro.
En su cabecera, a los pies de los paramentos laterales del presbiterio, existe en el pavimento unas franjas ejecutadas en cemento y que probablemente indiquen los apoyos de dos antiguos retablos que se encontraban en este lugar antes de las reformas, quizá los mismos que hoy se encuentran a ambos lados de la nave.
Pero donde mejor se observa que este templo siembre ha estado condicionado por la escasez de disponibilidades económicas es en su techumbre. Ésta, tras unas catas realizadas en la parte correspondiente al coro, presenta una armadura de par y nudillo con sus correspondientes pares en los que se ha clavado el cañizo y posteriormente encalado, siendo así como se ve desde el interior del templo, y a modo de contrapares se han colocado unos tablones de unos 2 cms. de grosor que se extienden a lo largo de varios pares, no entre dos como es lo habitual. Sobre ellas descansa, por ausencia de tablazón, directamente la teja del tipo llamado francesa, nada habitual en este tipo de construcciones en la isla. Entre par y par, y a un tercio de su altura, se colocan los correspondientes nudillos, permaneciendo todo ello oculto, por lo que sería interesante restaurar y rescatar esta techumbre.
Por último, entre las paredes laterales de la nave del templo, se observan una serie de barras de hierro que cumplen la función de tirantes, no siendo tampoco este material el usual en los templos para desempeñar este tipo de funciones, sino que son realizados en madera y suelen descansar entre canes, quedando con ello de manifiesto una vez más como la escasez de medios económicos ha influido desde siempre en las soluciones adoptadas en las intervenciones en este templo.
Hay que destacar los frescos del techo del presbiterio del pintor madrileño Ubaldo Bordanova Moreno, firmados el 23 de enero de 1904, que también dejó sus huellas en la decoración de las bóvedas y testeros de las capillas de la Parroquia Matriz del Salvador, en el Santuario de Nuestra Señora de Las Nieves, en la Cueva de San Blas de Candelaria y en las Concepcionistas de Garachico. Las pinturas tienen como soporte la misma estructura de madera de tea de la techumbre. Para conseguir una superficie lisa y uniforme se dispuso un entablillado de madera sobre el que se aplicó el revoco de yeso. El programa icnográfico desarrollado es de carácter alegórico y hace alusión a las tres Virtudes Teologales y a los evangelistas. La disposición de las escenas, de izquierda a derecha, es la siguiente:
Panel 1: Figura femenina con túnica blanca en equilibrio con un solo pie sobre un globo terráqueo y sostenido en las manos un cáliz con la Eucaristía. Alegoría de la Fe (FIDES). El fondo es de color siena.
Panel 2: Figura femenina vestida de verde, sentada entre nubes y con un ancla a sus pies. Alegoría de la Esperanza (SPES). El fondo es de color azul celeste.
Panel 3: Figura femenina vestida de rojo, de pie, con corona de reina y sosteniendo en sus brazos a un niño desnudo. Alegoría de la Caridad (CHARITAS). Fondo color siena.
Panel 4: En el centro de este gran panel, sobre un fondo azul celeste con nube, se ha representado un purificador con portacorporales y báculo, que pueden hacer referencia a San Antonio Abad. En el ángulo inferior derecho la firma de Bordanova.
Panel 5: En el centro del panel, de fondo color siena, se ha representado una cabeza de león y una cartela que contiene un texto del Evangelio. En el ángulo inferior izquierdo otra cartel en donde se lee "Mathaeus IIII".
Panel 6: En este panel de fondo color azul celeste se ha representado un águila con las alas abiertas y posada sobre una rama florida. En la parte inferior una cartela con texto del Evangelio y sobre ella la referencia “Joannis I".
Panel 7: Cabeza de toro con cartela y texto del Evangelio sobre fondo color siena. Cartela con la referencia "Marcus II" en el ángulo inferior izquierdo.
Panel 8: En este otro gran panel, de fondo azul celeste con nube, se ha representado una estola suspendida en el aire con forma de "M", pudiendo hacer referencia a la Eucaristía.
Panel 9: En este gran panel que ocupa la parte central del techo, de forma octogonal alargada, se ha representado una gran cruz de color gris sobre fondo azul celeste y una anagrama de María en filigrana.
Cuadrantes de Esquina: En estos cuatros triángulos de las esquinas hay decoraciones vegetales y filigranas en color siena tostada sobre fondo siena.
En el caso de las pinturas del arco, el soporte lo constituye el mismo muro de piedra y argamasa, y el revoco posiblemente sea de cal y arena. Su iconografía es sencilla, dos ángeles sosteniendo una gran cartela, sobre fondo azul celeste, con una frase latina probablemente alusiva a San Antonio Abad.
Entre las imagineria que posee el templo hay que destacar el Grupo del Calvario, formado por tres obras de Aurelio Carmona López. El Crucificado, imagen de talla completa y tamaño académico que presenta una forzada articulación a la altura de los hombros para adaptarlo a la posición de Yacente; Ntra. Sra. de los Dolores, imagen de vestir de 1,10 metros, en madera policromada y de gran devoción popular, que presenta delicadas facciones que se enmarcan dentro de la etapa de madurez del artista (de gran devoción popular, curiosamente es portada a hombros por las mujeres del pueblo en Semana Santa), y San Juan Evangelista, escultura en madera policromada de 1,10 metros de altura, realizada en la segunda mitad del siglo XIX, enclavada en el segundo momento artístico de Aurelio Carmona.
Además posee la parroquia otras imágenes devocionales. La Inmaculada Concepción, imagen de vestir del siglo XVIII atribuida a Bernardo Manuel de Silva. San Antonio Abad, actualmente en restauración en los talleres del imaginero palmero Domingo José Cabrera Benítez, anónimo canario del siglo XVII. La Sagrada Familia, imágenes de vestir de mediados del XIX que se usan en el belén. Y las imágenes de escayola de El Nazareno, San José y la del santo patrón del municipio, San Antonio Abad.
Mención aparte merece la imagen de la Virgen de Fátima por ser la primera representación de esa advocación en llegar a la isla. Su llegada se debió a la devoción del presbítero Don Elicio Blas Santos Pérez, párroco de Fuencaliente entre 1948-50. La imagen fue donada por el Delegado del Gobierno en la isla Don Fernando del Castillo Olivares que la trajo desde Madrid.
La fiesta de San Antonio, en el mes de enero, tuvo en otra época un prestigio muy destacado. El público se congregaba en torno a la iglesia y los aledaños del viejo ayuntamiento, que se enramaba entre las fachadas de las casas y los árboles. La banda de música interpretaba diversas piezas y el pueblo disfrutaba de bailes, carreras de sortijas, etc.
En la actualidad la fiesta de San Antonio tiene lugar solamente el día 17 de enero, festividad del santo, y los actos que se realizan son de tipo lúdico y religioso. Al mediodía, concretamente a las 11, tiene lugar en la plaza de la iglesia la tradicional bendición de los animales. A continuación se realizan actividades para el público infantil con gran participación de los niños del municipio. Ya por la tarde, normalmente a las 6, tiene lugar la Solemne Función religiosa en honor a San Antonio Abad con la asistencia de los sacerdotes de la isla, la corporación municipal en pleno junto al resto de autoridades insulares. Al concluir la misa tiene lugar la Procesión de la imagen de San Antonio Abad por las calles de la localidad acompañado de numeroso pueblo y por la banda de cornetas y tambores de la parroquia de Nuestra Señora de Bonanza de la ciudad de El Paso. A la llegada de la imagen a la plaza de la iglesia se realiza una exhibición pirotécnica en honor al santo patrón. La verbena en la plaza del ayuntamiento pone el cierre a la festividad de San Antonio Abad.
En el mes de Agosto y con carácter bianual, la imagen de San Antonio Abad procesiona por las calles de Fuencaliente con motivo de las tradicionales Fiestas de la Vendimia que se celebran en la ultima quincena del mes de agosto. En los años en los que no se realiza la Fiesta de la Vendimia se lleva a cabo una Semana Cultural en los últimos días del mes de agosto.
Bibliografía
-Díaz Lorenzo, Juan Carlos. “Fuencaliente, Historia y Tradición”. Madrid, 1994.
-Díaz Lorenzo, Juan Carlos. “Artículos”. Diario de Avisos. 2006.
-Fraga González, María del Carmen. “La arquitectura mudéjar en Canarias”. Aula de Cultura de Tenerife. 1977
-Pérez García, Jaime. “Los Carmona de La Palma, artistas y artesanos”. Tenerife. 2001.